Desvelos adolescentes por trasnochadas online
Cada vez más chicos entre 12 y 17 años utilizan la noche para intensificar su actividad en las redes sociales, aunque al alto precio de alterar el necesario sueño.Aparentemente dormidos, se esconden bajo las sábanas de su cama para seguir usando sus teléfonos, tabletas y computadores. La tendencia, que fue bautizada como 'vamping' -por las palabras en inglés vampire (vampiro) y texting (enviar mensajes de texto)- tiene preocupados a docentes y padres.Ocurre que a causa de estas trasnochadas online los jóvenes duermen cada vez menos, provocando que muchos de ellos se levanten cansados e irritados, con posibilidad de sufrir problemas de atención y bajo rendimiento escolar.En el libro "Es complicado: vidas sociales de adolescentes en red", la investigadora estadounidense Danah Boyd enfatiza dos razones de este fenómeno: los chicos buscan la noche porque genera mayor intimidad para las conversaciones y, también, como reacción rebelde al día sobrecargado de actividades que muchos de ellos tienen.Según los investigadores estamos viviendo en una época enemiga del sueño. Hoy, la población en general duerme dos horas menos que hace cincuenta años. Y los adolescentes duermen apenas 7 horas, cuando en realidad necesitan entre 9 y 10 horas de descanso.Se cree que lo que les está robando el sueño a los más jóvenes se vincula al hecho de que pasan más tiempo conectados a Internet, gracias al aumento del uso de los teléfonos móviles, los cuales son más fáciles de llevar al dormitorio y de tener en la mano mientras se está en la cama.Para Marcela Czarny, presidenta de la organización Chicos.net, todo esto no es "culpa" de estos dispositivos electrónicos sino de "una sociedad hiperconectada e hiperestimulada en donde, si no estás en Facebook, no existís".La falta de sueño puede tener consecuencias graves para los más jóvenes. Algunos estudios refieren que los que no duermen lo suficiente rinden menos en el colegio y tienen mayor riesgo de padecer obesidad.La falta de sueño también guarda relación con los problemas de salud mental, incluidas la depresión y la ansiedad.A raíz de esto, los especialistas recomiendan limitar el uso del móvil antes de irse a la cama, como una estrategia que se puede poner en práctica de manera inmediata. Lo ideal, dicen, es que lo haga toda la familia, adultos incluidos.Algunos padres preocupados están exigiéndoles a sus hijos adolescentes que dejen todos los dispositivos fuera de la habitación. Aunque esta norma es fácil de transgredir al haber dispositivos móviles pequeños, fáciles de esconder y utilizar.Por otra parte, la ciencia no descubre todavía cuál es el efecto real que tienen estos aparatos en los cerebros de niños y adolescentes. Uno de los grandes interrogantes es cómo el estar permanentemente en línea impacta en ellos.Se sabe, eso sí, que es un período de particular relevancia ya que durante la adolescencia, la comunicación con los amigos y compañeros se vuelve más intensa y frecuente.Las amistades juegan un rol fundamental para el desarrollo de habilidades sociales. Las tecnologías móviles, en este sentido, facilitan un estado de conexión constante con los pares a través de las nuevas vías de comunicación.Pero su uso intensivo durante la noche está produciendo síntomas inquietantes, como es la falta de sueño. Incluso llama la atención que algunos adolescentes hagan del insomnio un factor para alardear frente a sus pares.
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