Dime de qué trabajas...

Muchas de las dolencias derivadas de la actividad laboral pueden evitarse. Lamentablemente aún no se apuesta a la prevención. Por Dres. Norberto Furman y Abel LemiñaJefe y Sub-Jefe Equipo de QuiropraxiaInstituto Furman de Bs. As. Toda actividad laboral-profesional implica que durante muchas horas por día se realicen movimientos a repetición y adoptemos posturas que en forma gradual, es decir por un fenómeno sumatorio, va a repercutir en el cuerpo.Esta identidad  de lo laboral, podría decirse que hasta permitiría darle sentido a la frase "Dime de qué trabajas y te diré qué te duele".Por suerte no siempre termina en dolor o en complicaciones posturales, ya que está la posibilidad de atenuar el impacto o riesgo para el cuerpo tomando los recaudos necesarios, que son simples, pero a la vez trascendentes. Las consecuencias laboralesEn algunos casos uno se halla frente a verdaderas enfermedades laborales; por ejemplo una persona que trabaja 12 horas parado por día, tendrá dolores de cintura, de espalda y con el pasar de los años seguro será paciente de un flebólogo, ya que padecerá algún grado de insuficiencia venosa.Los que trabajan en un escritorio 8 hs diarias, tendrán su fusible en el cuello, con dolores cervicales, nuca, espalda, a lo que se le suman seguro algunas horas más en casa frente a la computadora. Suelen sumarse a este cuadro cefaleas, hormigueos o dolor en los miembros superiores y otra gama de síntomas nada agradables por cierto.Los albañiles sufren lógicas lumbalgias, dolores ciáticos, hernias de disco, afecciones en los hombros, y todo lo que esta dura actividad castiga al cuerpo. Seguro es un docenteSi padece de cervicalgias, con dolores irradiados a la zona interescapular, alguna braquialgia (dolor irradiado a uno o a ambos brazos) mareos, cefaleas, trastornos laríngeos (disfonías a repetición), podemos afirmar que estamos describiendo a la mayoría de los docentes, no desde su capacidad profesional, sino desde su sufrimiento típico.Muchas actividades se realizan parados, frente a una mesada, empaquetando, amasando, seleccionando mercadería, donde la mesada tiene una altura determinada, pero los trabajadores tienen cada uno su talla, entonces no es lo mismo un empleado que mide 1.60 que uno que mide 1.90, es decir, el pobre trabajador adapta su cuerpo a la finalidad laboral, pero eso a la larga trae sus consecuencias.Así, cada trabajo tiene sus características en los gestos cotidianos, en las posturas, en los esfuerzos, que se deben tener en cuenta a la hora de hacer prevención, pero lamentablemente aún estamos en una era de asistencialismo y los pacientes consultan cuando el dolor está instalado. Concepto ergonómicoEsto  no debería ser así, existiendo los conocimientos y los profesionales que son especialistas en estos temas, no se tendría que sufrir por trabajar, si bien es lógica la exigencia laboral, ésta no tendría que tener una repercusión tan agresiva en la salud de  quien trabaja. El concepto actual es adaptar el medio del trabajo al trabajador, dándole la preponderancia merecida al humano que se esfuerza diariamente por cumplir un servicio, por producir, pro educar o construir.La ergonomía es la ciencia que se encarga de ello, uniendo los conocimientos y adelantos de varias profesiones, por eso desde la salud, la medicina y la kinesiología analizan y reprograman la postura y las actividades, la arquitectura y la ingeniería para diseñan y programan el ámbito de trabajo y los elementos a usar.Todo esto repercute para bien de todos, ya que el trabajador que no sufre  será más productivo y tendrá mejor ánimo, se disminuye el ausentismo por enfermedad, las indemnizaciones, los gastos por atención, todo gracias  a esa palabra tan simple pero tan importante, que es prevención.Si esto se aplica, al fin será verdad aquella frase que sostiene que "el trabajo es salud".