El arte de confrontar gobernando
Amigo, enemigo, ese es lema por el cual el gobierno, aprovechando la dispersión ideológica de la sociedad, avanza sin ninguna clase de impedimento sobre los derechos emanados de nuestra constitución.José Luis Regalado *OpiniónQuienes deben ejercer control, por conveniencias o inoperancia no actúan ni profesan la oposición tan necesaria en una democracia, que en parte por su culpa, está en crisis.Sí, la falta de control, la suspensión de derechos por artilugios judiciales, como el derecho a huelga, el no cumplimiento de la coparticipación federal sometiendo a las distintas provincias, entre otras cosas, es lo que prende la luz roja del llamado de peligro de nuestro sistema de gobierno.Las mayorías en las cámaras y comisiones prácticamente convierten el tratamiento de las leyes solo en un rápido trámite. Pero esto no alcanza, para mantener este sistema se debe tener a la sociedad en un ámbito de crispación y controversia, buenos y malos, unitarios y federales, River y Boca, negros y blancos, zona norte, zona sur, CGT Azopardo y la CGT Balcarce.Este es el nuevo signo bajo el cual somos gobernados, una nueva forma de democracia utilizada por quienes instauraron la confrontación desde el estado y entre quienes deben ejercer el control, la oposición.Volviendo a recordar parte de nuestra historia, la de los unitarios y federales; fácilmente podemos ver la ideología unitaria de este gobierno que confronta con las provincias en forma continua y a quien ose enfrentarlo sufrirá un desfinanciamiento, sin importar las causas, ni los problemas a que someterá a los ciudadanos, como si no fueran parte del territorio gobernado.Cuentan su historia para avalar luego sus acciones, hasta hay antagonismo en los propios narradores pues los hechos y los derechos humanos, son usados como meros medios propagandísticos para lograr sus fines o distraer a una sociedad preocupada solo por imágenes mediáticas.No existe el opositor para esta clase de gobierno, son desestabilizadores, un enemigo del estado que no viene a competir por el poder sino a desalojar a quienes lo ostentan y a poner en peligro el bienestar común.La confrontación es hoy el método, los historicidas acomodan los hechos según la visión del estado proponiendo como hace años la lucha del pueblo contra la oligarquía, la cual el ciudadano, confundido con la inmediatez y un flujo inmanejable de información, que no puede analizar por su volumen, no ve que a esta nueva oligarquía la integran los propios gobernantes y sus amigos del poder transformados en sus testaferros.* Dirigente gremial y militante político
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios