
Sin ánimo de pelearme con muchos amigos que he leído, y respetando su postura aun no compartiéndola, voy a atreverme a opinar diferente.
Eugenio Jaquemain
Opinión
En parte coincido con algunos, que desde la subjetividad individual o grupal, la definición de prioridades va a enfrentarnos siempre.
Mi atrevimiento, con tan sólo dos años de estudio en una carrera de comunicación, tratando de escribir o cumplir la función de periodista, me hace ver los diferentes ángulos de cada evento.
Si no puedo moverme de casa porque tengo un tremendo pozo en mi puerta que me impide ir a ver a Los Nocheros, es lógico que plantee q esto es un derroche. Si soy un emprendedor que está fiesta me dio laburo a mí y a 12 personas más solo en mi stand, seguramente estaré en las antípodas de pensar lo anterior.
Los invito a que no nos quedemos con la discusión si fueron 10.000 o 30.000 personas, a no discutir si esto favorece a Piaggio electoralmente o no, a no discutir si los artistas que vienen son K o no lo son.
Gualeguay, a pocos km de aquí, trajo a Palito Ortega para una fiesta similar y muy buena (asado y galleta), los comentarios anteriores y posteriores a la misma parecen casi calcados de los que leí y leo de la nuestra. Prioridades de agua, cloaca, pavimento o arreglos, frente al costo de los artistas. Que Palito Ortega es la dictadura, que lo que se pagó sirve para tantas cuadras de asfalto, que las escuelas se podrían arreglar con eso, y muchas más con tal de pegarle al organizador, o sea al gobierno municipal de Gualeguay. Y allí gobierna Cambiemos, y Bogdan, su intendente, subió y posó con Palito como Martin ayer con los Nocheros para la foto final, en medio de los gritos y los aplausos de los que asistían, gente que no aplaudía al político, sino al momento que habían disfrutado, y eso amigos, no los hace a Piaggio y Bogdan insensibles, derrochadores, ni que que padezcan un desorden de prioridades.
El resultado allá y acá, fue el mismo, un montón de provincianos y turistas felices, muchos de ellos que jamás podrían apreciar un espectáculo así por más que laburen honestamente y junten los vueltos del almacén, que rieron, bailaron, disfrutaron en familia allá y acá por igual.
Y si, seguramente varios de ellos volvieron a su casa a pie porque el presupuesto no les dio para la nafta, otros en bici o moto esquivando pozos en la calle de tierra, pero FELICES, lo mismo que aquel que fue en su 0 km y lo estaciono a dos cuadras para luego guardarlo en un lujoso garaje, claro, promoviéndose, desde la organización, el "delito" de equidad social.
Yo me quedo con eso, allá en Guay con Bogdan de Cambiemos y acá en Gualeguaychí con Piaggio del FPV, porque esta vez no es pan y circo, porque a la par de esto también hacen obras, quizás no tapen mi pozo pero si otro, el de mi vecino, además porque estas fiestas aparte de alegría dan laburo, si, por cuatro días aquí y dos allá, es cierto, pero que para algunos, que se hacen unos mangos, es mucho.
No es gratuita, obvio, cada artista cobró y algunos mucho, pero es invertir en cultura, ¿o no es lo mismo que invertir en un encuentro coral o traer la Filarmónica?, ¿o solo por ser más cool ahí si hay que poner la plata?
Quizás algunos podríamos, privándonos de otras cosas, pagar una entrada para La Sole, Los Nocheros, Los Totora o las excelentes bandas locales, pero no todos, y esos artistas, quizás, solo quizás, por un ratito, para otros seres humanos, también pueden ser una prioridad.
Sólo hay que tratar de pararse en las prioridades del otro, y de aquel otro y de aquel otro, saltando en diferentes visiones, poniéndose en el lugar del vecino que quizás ni conocemos, para lograr tener una visión global.
Aguante la Fiesta del Pescado y el Vino y Aguante la Fiesta del Asado y la Galleta, ambas organizadas e ideadas por gobiernos que piensan en la gente... ¡En toda la gente!