El dorado sueño de la transversalidad

En política "transversalidad" se aplica a la mezcla de distintas expresiones partidarias. En Argentina el experimento se viene practicando ante la implosión del sistema político.En un sentido es un barajar y dar de nuevo en el espectro político en torno a nuevos ejes ideológicos. El alfonsinismo en los '80, al aspirar al "tercer movimiento histórico", fue un antecedente remoto.El sueño de crear un polo progresista o de centro-izquierda ha capturado la imaginación de muchos. Entre otras razones porque las clases medias urbanas argentinas portan en su mayoría esta ideología.El kirchnerismo, desde el "camporismo" peronista, es el intento más contemporáneo. Y uno de los ideólogos de esta alquimia ha sido el filósofo José Pablo Feinmann, quien en un reportaje en el diario La Nación en 2004, dijo:"Kirchner no ha sido elegido como presidente peronista. Lo que Kirchner tiene es una base social, fundamentalmente, de clase media. Si Kirchner se hace peronista, lo van a identificar con el aparato justicialista".El filósofo, en una entrevista concedida en abril de 2008 a Perfil, recordó que en 2003 tuvo varios encuentros con Néstor Kirchner, oportunidad en las que le aconsejó:"Néstor, lo que no tenés que hacer es ser peronista, empezá a hacer algo nuevo, porque el peronismo ya no representa nada, ha sido tantas cosas que no tiene una definición propia"."Tampoco seas el jefe del partido peronista porque eso te va a limitar a los peronistas, abrite a toda la sociedad e intentá hacer un partido de centroizquierda", recuerda Feinmann.Según confió, Kirchner estuvo de acuerdo y largó entonces la "transversalidad". De hecho luego su mujer, al postularse en 2007, y llevar a un radical como Julio Cobos como vicepresidente, profundizó ese filón.Pero al ver luego que el gobierno se había aferrado a las estructura del PJ, Feinmann se mostró algo desencantado con el experimento. En la entrevista con Perfil, confesó: "El peronismo no da para la transversalidad ni para la centroizquierda. El peronismo no tiene ideología".Y añadió: "El peronismo no solamente es no ideológico, es terriblemente pragmático, es un aparato constituido, en general, por personajes de tipo mafioso"."Pero es un aparato para nuclear poder: uno se mete en ese aparato y va subiendo y nucleando poder, porque va acumulando gente por el dinero. Cuando más dinero tenés, más gente tenés", diagnosticó.Curiosamente, ayer Graciela Ocaña, la ex ministra de Salud del gobierno de Cristina Kirchner, se despachó con una queja parecida, en un diálogo con La Nación.Criticó al gobierno del que formó parte con frases como estas: "Kirchner le ha dado el PJ a Moyano. Es un paracaidista con mucho poder y dinero, y a la luz del toma y daca se ha posicionado"."El riesgo de la Argentina es caer en la 'moyanolandia', donde si no me das te hago paro. Lo sufre la sociedad argentina", aseguró Ocaña, quien ahora además confiesa: "Creí que Cristina era distinta de Néstor; me equivoqué".La ex ministra dice que, en el llano, se ha vuelto a juntar con políticos progresistas (menciona a Adrián Pérez, Margarita Stolbizer, Silvana Giudici y Felipe Solá), alentando así otra nueva transversalidad, pero desde la oposición.Habla de "crear una red para enfrentar a las mafias que se han apoderado de sectores del Estado", y se queja de que el "Fútbol para Todos usa 900 millones para propaganda del gobierno"."No podemos volver a hablar de sobornos en el Senado 10 años después. No va más el roban pero hacen, hay que hacer sin robar", afirmó la ex ministra kirchnerista.