El electro pegó un salto, hay vida…¡vamos Argentina carajo!

El Fondo nos dio la plata. Una calificadora nos ascendió a la B. Buenas noticias para el gobierno. Pero Argentina teclea y todos sufrimos. Allá, en la lejana Rusia, se juega la refundación del futbol. ¿Tanto? Si, tanto. Los milagros existen, y vamos por uno de ellos.Jorge BarroetaveñaEl combo es difícil de digerir, sino fuera porque el fútbol es fútbol y no le va a cambiar la vida a nadie, salvo a los millonarios que lo juegan o los que viven de esos millonarios. Es que lo que pasó el jueves es el fiel reflejo de lo que se vive. Si hasta podríamos hacer una comparación con la realidad argentina, plagada de desatinos y falta de planificación.El 'argento' promedio es futbolero. Tanto que arrastra al que no lo es, cada cuatro años, a munirse de gorro, bandera y vincha para alentar a la Selección. Por eso el golpe de Rusia duele, más allá que a la hora que esto se escribe aún tenemos chances de clasificar.Sampaoli llegó al Mundial sin saber quién era el arquero, ni uno de los centrales, ni el cinco ni el nueve de su equipo. No sabía con qué esquema jugar. Si el que le dio resultado en Chile o hacerle caso a los futbolistas que decían estar más cómodos con la tradicional línea de cuatro. No se jugaron amistosos antes del Mundial. Quedamos en medio de una estúpida polémica con Israel porque los jugadores se negaron a viajar. No jugamos ni con un combinado de solteros y casados. Nada. Entre tanto derrape llegó la palabra tranquilizadora de "Chiqui" Tapia: "no ir a Israel es contribuir a la paz mundial". Chan, chan...!Una fábrica puede tener el mejor operario del mundo pero si la cadena de producción falla, no hay sistema que lo sostenga. Ese fútbol que se vio en la cancha en Rusia, o mejor dicho, que no se vio, es el mismo que tuvo a Grondona tres décadas al frente y se estrelló en el 38 a 38. O el que promovió y terminó con 30 equipos en Primera División y ahora no sabe cómo sacárselos de encima. Es el mismo que impide a los visitantes ir a la cancha y que casi no tiene estadios en condiciones óptimas para hacer espectáculos. Es el que vació sus divisiones inferiores y hace años que no promueve juveniles. Es el que se diluyó en los negocios o negociados que echan sombra cada vez que la pelota está rodando."A veces es mejor no pensar". Seamos sinceros. Los que tenemos más de 40 vemos fútbol en estado de sospecha. Pero elegimos creer porque no podemos hacer nada. O porque es lo más fácil. Es una especie de pasión inercial que nos lleva a seguir gritando un gol o ponernos una camiseta para salir en caravana.Como puede ser entonces la Selección Argentina una expresión tan distinta de lo que es nuestro fútbol. Y poco importa que los que jueguen sean 'europeos' o 'criollos', porque las bases son las mismas. Messi es el mejor de todos pero su fenotipo no es nuestro. Fue criado y receteado bajo las normas del fútbol del Primer Mundo, y en especial del Barcelona donde se prioriza el juego en conjunto por sobre las individualidades.Gol de Nigeria...¡carajo!El martes habrá una oportunidad más. La acaba de dar Nigeria después de ganarle por un par de goles a Islandia. Como buena paradoja del destino, el futuro vuelve a estar en nuestras manos, algo que parecía sellado, vuelve a ser posible.Pero el árbol no debería taparnos el bosque. El fútbol está lleno de vericuetos y a lo mejor la Argentina, sigue en el Mundial y logra asentarse. Pero será fruto de la casualidad y no de la causalidad. Argentina ha hecho todo lo posible para que le vaya mal y eso no se puede cambiar.En la década del '70, un señor llamado César Luis Menotti le cambio la mentalidad al fútbol. Le incorporó profesionalismo y método, algo de lo que carecíamos. Veníamos de papelón en papelón en los mundiales y teníamos que organizar el del '78. Aquellas semillas que Menotti esparció en el fútbol dieron resultado, tanto que años después, con un sistema distinto pero la misma metodología volvimos a levantar la Copa del Mundo. Adónde se perdió aquel camino nadie lo sabe. O sí. La permanencia exagerada de Grondona en la AFA acabó por desbarrancar todo el proceso, del cual el propio dirigente había sido artífice. Su sucesión fue un caos, tan llena de sospechas como sus años en el poder, acá y en la FIFA. Muchos de los mismos dirigentes que lo acompañaron y consintieron son los herederos de ahora. Quizás aprendieron lo peor y solo se quedaron con eso. Alguien dijo por allí que al fútbol en la Argentina hay que refundarlo. Lo refundieron si, ahora hay que refundarlo y recuperarlo. Recrear una identidad y hacerlo sustentable y verdaderamente federal, algo que también ha perdido.Pero antes que nada, lo que debemos traer desde lo más profundo de nuestra historia es el sentido de juego. Es cierto que el fútbol es un negocio, que hace mucho perdió su sentido lúdico. Pero el juego es la ilusión de ganar. Y la ilusión de ganar es la que alumbra la pasión.Hoy, cuando estoy cerrando estas líneas, todavía hay esperanza. El electro ha vuelto a pegar un salto. Dejó de dar plano. Hay vida y si hay vida, hay esperanza. E ilusión de creer que el amanecer está cerca. Que el fin de la noche más oscura lo tenemos al alcance de la mano. Será mejor para todos.
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