El factor tecnológico detrás de la crisis global
¿La debacle económica mundial traerá infelicidad global? ¿O debajo se cuece una nueva fase histórica del capitalismo, a partir de un cambio del patrón tecnológico?Los titulares de la prensa económica internacional crean la sensación de que Europa se desploma y con ella el mundo entero. Los analistas apocalípticos hablan de una nueva crisis del '30, signada por el desempleo y la convulsión social.¿Adónde va el mundo? se preguntan aquellos que miran sombríamente la marcha de la economía mundial. ¿Se cumplirá esta vez el vaticinio, largamente formulado y nunca concretado, del derrumbe definitivo del capitalismo?Quienes profesan fe en el futuro, y miran con optimismo el largo plazo, invitan a leer el proceso tecnológico subyacente a la actual crisis. Hay un salto tecnológico en marcha, dicen, que sentará las bases de la economía del futuro.El propio Carlos Marx, que en el siglo XIX pronosticó la caída del capitalismo, y la aparición de un nuevo orden sin clases sociales, también creía en la capacidad de la tecnología como motor social.La incluía dentro de su concepto de "fuerza productiva". Esto llegó a decir: "El molino de viento produce una sociedad con señores feudales; el telar de vapor produce una sociedad con capitalismo industrial".Durante siglos, historiadores y filósofos han trazado y debatido el papel de la tecnología en la formación de la civilización. Algunos de ellos adhieren a la idea de que el progreso técnico ha sido el principal factor que determina el curso de la historia humana.Al respecto el analista internacional Jorge Castro viene hablando desde hace tiempo entre nosotros -y con ello se hace eco del pensamiento de un grupo de intelectuales en el mundo- de que lo decisivo de nuestra época es el cambio de la matriz tecnológica."En el capitalismo, lo que puede ocurrir, ya sucede, y el futuro, aún indiscernible, jamás es arbitrario", filosofa en un su último artículo donde habla de que hay en marcha una revolución tecnológica al interior de la industria manufacturera mundial.El fenómeno se está dando aceleradamente en China, devenida en gran factoría mundial. "Las empresas trasnacionales (ETN) radicadas en la República Popular representan el 20% del PBI industrial y el 60% de las exportaciones; y en 2004 había 107 laboratorios de alta tecnología de las ETN y ahora son 1.400; y treparían a 4.000/5.000 en 10 años".Con tono triunfante y celebratorio, Castro nos anuncia que "la industria manufacturera mundial ha dado un salto en los últimos 4 años y ha revertido la tendencia declinante de las cuatro décadas previas".En conclusión -parece decirnos-, el capitalismo no sólo no está muerto sin que vibra más que antes, aunque esa percepción no sea mayoritaria. El prodigio lo está llevando a cabo la técnica, como ocurrió en el pasado."Es un salto tecnológico que ha originado una nueva revolución industrial, que funciona en red y abarca todas las actividades de producción y diseño, y que utiliza las tecnologías más dispares, provenientes tanto de la electrónica como de la biotecnología", dice.Y añade: "La nueva revolución industrial es la digitalización completa de la manufactura, transformada en una actividad capital-intensiva donde la mecanización y la línea de ensamblaje han quedado atrás".Castro no duda en afirmar que el "modo capitalista de producción trepa un nuevo escalón histórico en su camino incesante de innovación". Y por tanto es probable que estemos asistiendo a una nueva fase histórica, que podría llamarse "posglobalización".
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