El inquietante número de personas perdidas
Un adulto y tres menores se pierden todos los días en el país, según los datos aportados por la Red Solidaria, organización que colabora en la búsqueda de personas.La búsqueda de Candela Sol Rodríguez, una chica de 11 años, acapara hoy la atención mediática. Pero es un drama que se repite en 210 familias que hoy no saben dónde están sus hijos.La denuncia sobre desaparición de menores de 18 años ha ido en aumento. En los últimos cuatro años la cifra de pedidos de paradero se duplicó, según la asociación Missing Children.Se van de sus casas, fueron arrastrados por mamá o papá, fueron abusados, robados, no tienen identidad, o directamente su ausencia del hogar es una incógnita.Es decir, los chicos se pierden por muchos motivos, aunque la mala relación con los padres, problemas en la escuela o la búsqueda de aventuras son las causas más frecuentes."En la gran mayoría de los casos, los chicos se escapan de sus casas por problemas propios de la adolescencia. Diciembre y marzo son dos meses ñeque estos casos aumentan por el tema del colegio. La gran mayoría de las veces, en una semana aparecen", refiere Adriana Sellán, de Missing Children.De cada diez personas que están siendo buscadas -incluidos adultos y menores- seis son mujeres. Pero si se considera la franja de 18 a 30 años, casi todas pertenecen al sexo femenino."Hay una franja de mujeres perdidas de 18 a 30 años, que es la que más creció. Hoy son 42 las chicas de esas edades que están desaparecidas. El temor es que hayan caído víctimas de una red de trata, pero lo cierto es que en más de 3.000 búsquedas que coordinamos, tuvimos muy pocos casos, a lo sumo 30. La trata creció mucho en América Latina, aunque en la Argentina no tanto", sostuvo Juan Carr, presidente de la Red Solidaria, en diálogo con La Nación.Otro caso que creció en los últimos tiempos es el secuestro parental, es decir, cuando uno de los padres se va con los hijos y desaparece.Como sea, el dato positivo es que muchas personas perdidas son luego recuperadas. El 90% de los niños y el 70% de los adultos vuelve a sus casas. Pueden pasar días o años fuera del hogar.En Entre Ríos ha sido el caso de Fernanda Aguirre, desaparecida desde hace siete años tras un secuestro extorsivo en San Benito, quien sensibilizó más a la sociedad entrerriana sobre esta problemática.No se sabe nada aún del paradero de Fernanda, en tanto que María Inés Cabrol, la madre que con desesperación la buscó durante tanto tiempo, falleció en el desconsuelo.La niña tenía 13 años cuando desapareció, el domingo 25 de julio de 2004. Una hipótesis investigativa liga esta historia a una red de explotación sexual. Es decir la inscriben dentro de la trata de personas.Este delito consiste en la captación, transporte y recepción de personas para ser objeto de explotación sexual, laboral, extracción ilícita de órganos, reducción a servidumbre, trabajo forzoso, tráfico de niños y toda otra forma de explotación del ser humano.La trata de personas es, a nivel mundial, el segundo negocio ilegal redituable, luego del narcotráfico y superando al tráfico de armas. Las víctimas de este flagelo, desarrollado por redes mafiosas, son en su mayoría mujeres, niñas, niños y adolescentes.Hay consenso mundial respecto de que de que este tráfico es uno de los crímenes más aberrantes y es una flagrante violación de los derechos humanos que atenta contra la dignidad de las personas.Frente a esta realidad, se comprende la angustia de tantas familias que hoy en Argentina desconocen el paradero de sus hijos.
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