El invierno argentino marca furia de consumo
Gran afluencia de público, en especial extranjero, a los centros turísticos, y movimiento comercial intenso, revelan que la temporada de invierno es la mejor de los tres últimos años.Una serie de factores combinados, de índole político, económico y climático, se han conjugado para explicar esta suerte de euforia consumista, que para algunos analistas reedita los mejores tiempos de la convertibilidad.Bajas temperaturas, buenas señales macroeconómicas, compras postergadas durante dos años, falta de alternativas de ahorro y una masiva llegada de turistas brasileños, estarían detrás de la exitosa temporada invierno 2010.Desde la secretaría de Turismo de la Nación se asegura que se superaron las proyecciones de crecimiento. Hablan de que este año se superará el récord histórico de turistas, registrado en 2008.El sector viene de un balance invernal mediocre el año pasado, ya que se vio afectado por la gripe A. Los números preliminares de esta temporada indican una suba de la actividad en torno al 15%.Este aumento se debe a la gran afluencia de público a los centros invernales, pero también a un repunte en algunos destinos no tradicionales del país para esta época del año, como los del norte.Según los cálculos, habrían hecho turismo invernal alrededor de 11 millones de personas, lo que representaría un nuevo récord. Hasta ahora el mejor año había sido 2008, con 10.800.000 turistas.El principal motivo de este boom turístico habría que buscarlo fronteras afuera. Los extranjeros han copado los centros invernales, sobre todo en el sur argentino, como Bariloche.Los europeos, que están atravesando una severa crisis económica, esta vez no cruzaron el Atlántico. Esta pérdida "se vio más que compensada por el crecimiento que tuvimos a nivel regional, no sólo con la llegada de visitantes brasileños, sino también de muchos colombianos y venezolanos", explicaron desde la agencia Sunny Tour.A todo esto, el diario La Nación informa que además de las agencias de turismo, y las aerolíneas, otros sectores han facturado bien en la actual temporada invernal.Este año los shopping centers volvieron a estar llenos, hubo récord de venta de entradas a los cines, y las casas de ropa pudieron vender como nunca antes."Son varias las voces que se alzan para señalar que para encontrar un año tan bueno hay que retrotraerse a la década del '90 y al boom de consumo de la convertibilidad", asegura el cronista Alfredo Sainz.Los últimos inviernos, como se recordará, estuvieron signados por convulsiones diversas, que alteraron la conducta de gasto de los argentinos.Problemas políticos como el conflicto del campo, luego los económicos centrados en la crisis financiera internacional, y la emergencia sanitaria surgida a raíz de la gripe A, conspiraron contra el consumo.En este sentido, el boom de este invierno estaría vinculado a compras postergadas. Pero los analistas también evalúan que la inflación empuja el consumo."La gente, en la medida de sus posibilidades, tiene una elevada propensión a adelantar consumos porque está convencida de que sus pesos, con el correr del tiempo, valdrán cada día menos", describió hace poco el consultor en marketing bancario Juan Carlos de la Vega."Es una conducta muy racional con la que se busca defender el poder de compra. Por la misma razón no encuentra incentivos para ahorrar en pesos lo que, paradójicamente, no hace más que alentar la inflación por la vía de una demanda sostenida", opinó.Todo parece indicar, en suma, que los sectores medios y altos se volcaron febrilmente a gastar este invierno.
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