UNA MIRADA SOBRE LA ECONOMÍA
El poder de los impuestos
Nadie puede desconocer la licitud y la necesidad de los impuestos para el desarrollo de la política en el sostenimiento del Estado que posibilita la convivencia social. Es una verdad de Perogrullo que no resiste oposición. Sí es opinable la dimensión de los mismos.
Por Luis Alberto Dalcol
Es evidente que quienes tienen idea socialista - o que directa o indirectamente viven del Estado - quieren un gobierno robusto que demanda de recursos elevados. Los que mantienen al Estado bregan por un gobierno mínimo que atempere sus esfuerzos. Entre ambas posturas oscila la magnitud de la imposición en un juego de ideales e intereses.
La historia nos ha mostrado acontecimientos muy relevantes provocados por los excesos o los abusos del poder en la dimensión del impuesto aplicado que modificaran significativamente al mundo.
Desde hace muchas décadas observamos la amistosa vinculación del Reino Unido con los E.E.U.U. que permanece firme e inalterable. Más, debemos recordar que el nacimiento del país de América del norte obedece a un conflicto entre ambos por asuntos de impuestos.
La monarquía inglesa les implantó un impuesto a las antiguas colonias norteamericanas que no aceptaran y que se negaran a pagar. Además de considerarlos excesivo los colonos alegaron que no tenían representación en el Parlamento Británico.
El problema causó una guerra que ganaran los norteamericanos; y con ella la libertad y la independencia del país constituyéndose en una nación de importante influencia mundial. Con una economía estable, componiendo una de las democracias más continua y fuerte del planeta; y con el formato republicano, dejaron a un lado el sistema de la monarquía.
SOBRE EL PROGRESO
La imposición decide asentamiento de inversiones, e incide en la creación de fuentes de trabajo y en el progreso. Se vive en una continua competencia inter jurisdiccional que trata de seducir al emprendedor, al inversor; que evalúa seguridad, confianza y básicamente rentabilidad, en la que el costo impositivo resulta de hecho fundamental.
En síntesis, el poder del impuesto asoma como de importante para el avance de los pueblos, y su administración es sustancial y determinante; por ello, se requiere de sabiduría y sensatez en la implementación de su forma, en su estabilidad y en su cuantía.
Los sistemas impositivos y las jurisdicciones serias que generan confianza, atraen los recursos que permiten disminuir la pobreza y agrandar la esperanza que nos anima a vivir como todos deseamos.
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