El reajuste del salario mínimo, vital y móvil

Se lo elevó de 1.840 a 2.300 pesos (aproximadamente 545 dólares), con lo cual se ha reconocido una tasa de inflación anual real que ronda el 25%, muy por encima de la que fija el INDEC.Representantes del Ejecutivo Nacional y del sector sindical y del empresario acaban de acordar ese reajuste del salario mínimo 2011-2012, como consecuencia de la suba del nivel general de precios.¿Pero qué es el salario mínimo, vital y móvil? Pues es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por la jornada legal máxima permitida de 48 hora semanales.Fue establecido por primera vez en Australia y Nueva Zelanda en el siglo XIX, y en el caso de Argentina es un derecho consagrado por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional."Vital" quiere decir que debe asegurarle al trabajador la satisfacción de sus necesidades básicas, esto es alimentación adecuada, vivienda digna, educación, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y cobertura provisional."Móvil" implica que debe ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de vida. Los 2.300 pesos acordados estos días para el salario mínimo, ¿cubren las expectativas reunidas dentro de la definición de "vital"?En cuanto a su carácter de móvil cabría decir que algunos convenios colectivos fijan salarios básicos superiores al mínimo. De hecho hay trabajadores bajo convenio que han conseguido subas de hasta el 35%.Este aumento del mínimo rige para los que no están comprendidos en ningún convenio laboral. Y quedan al margen los trabajadores "en negro", es decir aquellos que se desempeñan en el mercado informal, y que superan el 30% de la fuerza laboral en Argentina.Al no estar registrados, los empleadores no se sienten obligados a pagarles a estos trabajadores el salario mínimo. Cabe agregar que en los últimos años se le han venido aplicando subas reiteradas.Pero la mejora en la retribución de los trabajadores ha venido acompañando una carrera alcista de la inflación. Ahora bien, todo indica que al fijar el último aumento del salario mínimo en un 25%, no se consultó el índice del costo de vida oficial.En efecto, según el INDEC los precios subieron 5,5% en los primeros siete meses del año. Esto proyecta una inflación anual en torno del 10%. Tampoco la CGT mira la estadística oficial: pidió en la mesa de negociación del salario mínimo 41% de aumento.El diputado kirchnerista y titular del gremio de vendedores de diarios, Omar Plaini, afirmó al respecto: "Digo lo que es público, no hace falta que yo lo diga. Si usted ve que lo que se están haciendo son todos los ajustes sobre otras cifras, o las mismas provincias están publicando otras cifras, o cuando se negocian aumentos, o el tema salarial, se ve que nadie toma en cuenta esos porcentajes (del INDEC)"."En general nunca se ha negociado a partir del INDEC. Tampoco negociamos de acuerdo a las consultoras privadas que no sabemos que visos de seriedad tiene eso. Negociamos a partir de la realidad que vemos los sectores del trabajo", añadió."Usted tome la historia de las negociaciones salariales, y fíjese si alguna vez, en alguna etapa, me puede señalar cuándo se negoció a partir del INDEC", concluyó el sindicalista y legislador.El salario mínimo, al establecer legalmente una remuneración básica para los trabajadores, fue una institución creada para reducir el trabajo mal pago y la explotación laboral.Más allá de la discusión sobre su monto -cada país suele regularlo según las particularidades de su economía- no rige en contexto de informalidad laboral.