El secreto educativo de los finlandeses
Los alumnos finlandeses acaparan los primeros puestos del informe PISA por su excelente nivel educativo. Creen que el secreto de este éxito está en el riguroso mecanismo de selección de los maestros de primaria.A esa conclusión arribó un grupo de investigadores españoles, según consigna el diario ABC de Madrid. Es decir: la elevada calificación académica de los educadores, sobre todo en el nivel primario, es la causa eficiente del sobresaliente desempeño del sistema escolar finlandés.Esa elevada calificación obedece, a su vez, al hecho de que para ser maestro en el país nórdico hay que atravesar un exigente proceso de selección, de suerte que sólo los mejores candidatos obtienen un título universitario para enseñar a niños de 6 a 12 años.¿Por qué los niños finlandeses de hoy estarán el día de mañana entre los profesionales más preparados del mundo? ¿Por qué Finlandia viene monopolizando los primeros puestos en Europa por su excelente nivel educativo?Ésas son las preguntas que se hizo un grupo de psicólogos y pedagogos españoles, quienes viajaron al país escandinavo para conocer el secreto de su modelo educativo que combina dos cualidades: es inclusivo y de calidad a la vez.Javier Melgarejo, licenciado en Psicología y doctor en Pedagogía, le contó a ABC Madrid que los finlandeses escogen sólo a los mejores alumnos para ser maestros, convencidos de que los docentes destacados deben situarse en los primeros años de la enseñanza.En principio -contó-, los que pretenden enseñar deben tener sobresalientes expedientes académicos y calificación superior a 9 sobre 10 en la reválida, un examen nacional externo, que evalúa los conocimientos de todo el ciclo.El aspirante, además, se debe presentar a una prueba nacional para acceder a la carrera docente, donde también se tiene en cuenta si lleva a cabo actividades de voluntariado, si posee otras experiencias profesionales y otros estudios."Suelen escoger al 10% de los candidatos que se presentan. Son los mejores, con aptitudes de sobresaliente, que han superado en el examen nacional a otros alumnos también muy buenos", explicó a su vez Luisa Gutiérrez, responsable de comunicación del Instituto Iberoamericano de Finlandia.Los aspirantes pasan a la segunda fase en la que cada universidad realiza las pruebas que estima oportunas: "El resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una pequeña clase, demostrar aptitudes artísticas (dibujo, música), una prueba de matemáticas y otra sobre tecnologías de la información", sostuvo Melgarejo.Y añadió: "Uno de los aspectos esenciales es una entrevista, donde se comprueba que el aspirante tiene las propiedades necesarias: capacidad de comunicación, actitud social y empatía. Si no las tiene o no las puede incorporar, se prescinde de él y no accede a la formación".En Finlandia, el título de grado requiere cinco años de cursado. Las prácticas se realizan desde el principio. Al final, el candidato realiza una tesina de fin de carrera. Si aprueba entra en el mercado de trabajo y será seleccionado por el director de algún colegio.Pero además los profesores en ese país escandinavo "cuentan con más prestigio social que un médico", dice Luisa Gutiérrez. "Son valorados y respetados por padres, alumnos, el director del colegio. Se confía en ellos. Y eso contribuye a que tengan mayor autonomía y alta dosis de motivación", refirió."Es un honor nacional ser maestro de Primaria", aseguró Jari Lavonen, director del Departamento de Formación al Profesorado de la Universidad de Helsinki.
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