El triunfo de Gualeguaychú en La Haya
Por cierto que los jueces del Tribunal Internacional, aún no se han expedido en sentencia alguna, a raíz de la indeseada controversia con el Uruguay, que motivada por la instalación de la pastera de celulosa Botnia (finlandesa), en Fray Bentos.
Por Gustavo CarbonePero pese a no existir "sentencia" en el caso, entendemos humildemente que Gualeguaychú ha triunfado. Decididamente ha triunfado. Mucho más allá de la interpretación que desde lo jurídico, puedan llegar a tener la contundencia de los aportes realizados por la delegación de la Argentina, en esta delicada instancia.Pero es que la felizmente "rebelde" Gualeguaychú, su comunidad casi unánimemente abroquelada, motorizada en cientos de oportunidades por la Asamblea Ciudadana Ambiental, ha sido la gestora ejemplar del enfrentamiento por vía de la razón, a los grandes intereses corporativos internacionales, económicos y políticos.Hemos asistido, creemos, a la gestación de una postura Argentina a partir de ahora, que en materia de defensa del medioambiente, da inicio a lo que tiene como destino, transformarse en una verdadera Política de Estado.Y Gualeguaychú tiene la responsabilidad de ser el motor que corre detrás, a la par o por delante de una toma de conciencia universal más acabada, de lo que significa, la fuerza que adquiere, en estos nuevos tiempos, la "licencia social".La adquisición por parte de nosotros, gente común de cualquier latitud, de un conocimiento básico científico también imprescindible, es mérito del puñado ciudadano de los comienzos, y los que hasta hoy continúan sin claudicaciones.Aquí, ha existido un aporte permanente, irrenunciable, sostenido, de la Asamblea Ambiental Ciudadana y el Grupo Técnico que la conforma como parte de ella, con respetados y reconocidos profesionales del medio local.Todo un sector apoyado por figuras científicas de valor académico de gran prestigio y valor, pero sobre todo de una dimensión y concepción humana de la vida, en plena sintonía con la que esta comunidad emprendió y lleva a cabo en su lucha.Todos ellos nos han enseñado, y han hecho reflexionar, claramente lo que significa el daño incontrovertible de la "contaminación".Lo que significa la acumulación durante por lo menos 40 años, de sustancias de altísima poder contaminante sobre el agua, el aire y todo lo que circunda a Botnia. Este es el nudo de la cuestión. No debemos dejar que ningún reflector nos encandile y haga perder el sentido y la orientación.El azufre, el nitrógeno, el material particulado, desprendidos y ya sobre nuestras cabezas, a través de emisiones gaseosas contaminantes. También sabemos ahora, sobre los residuos sólidos bajo forma de licor verde, lodo local, así como del barro de corteza de madera, o el barro que queda del tratamiento de los efluentes de fábrica, que caen en el río Uruguay diariamente, la 24 horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año.Todas éstas, sólo son unas pocas cuestiones que se han impuesto ya, ahora, como de prioridad absoluta en toda agenda, científica, jurídica, técnica o de cualquier naturaleza, y que tenga que ver con "la naturaleza" y los recursos que ella nos regala tan generosamente.Gualeguaychú ya triunfó en La Haya. Sí, después de dos semanas de exposiciones jurídicas de excelencia, y de aportes de pruebas contundentes por parte de los juristas que nos representaron ante la Corte, y además por los diplomáticos argentinos que en esta oportunidad, según todo parece indicar, nos han representado con mucha dignidad, solvencia, y pleno conocimiento de la angustiosa situación que nos toca sufrir en cuerpo y alma, a toda la población regional.La Asamblea, entendemos también muy humildemente, debe recrear su espacio de debate adulto y respetuoso que en tantos momentos la caracterizó.Renovarlo es prioritario. Es necesario también, tratar con acciones innovadoras de llegar y convencer a tantas personas, como aquéllas que siguen dando prioridad a cuestiones menores, al lado del peligro que representa la inviabilidad medioambiental para un desarrollo sano y sostenible de la vida en todas sus manifestaciones.El convencimiento es por medio de la razón. De conocer, de pensar. De imaginar esas acciones y oportunidades nuevas que fortalezcan la lucha que nos aguarda, muy larga y difícil todavía.Es necesario minimizar los perjuicios que a veces nos ocasionamos entre nosotros, afectando derechos que también deben ser respetados.Vale este comentario no sólo para los asambleístas siempre activos entregando sus tiempos. Vale también, para quienes se han sentido perjudicados por el corte, y que lo son de hecho, pero que han agraviado sin sentido a los vecinos asambleístas, que con sus acciones y pese a errores o desaciertos, han demostrado de manera elocuente que están, luchan y sin duda lo seguirán haciendo, con prioridad excluyente. Ir siempre contra Botnia.Que quieren ejemplarmente, como nadie de aquí debemos dejar de querer, que "Botnia se vaya".A partir de allí, con la suma de la toma de conciencia de todo ésto por parte del pueblo uruguayo, Gualeguaychú y su causa y fin de lucha inclaudicable, coronará el objetivo.Falta ese triunfo final; que se desarticule Botnia y que se vaya, para dejar de contaminar. Tenemos que lograrlo todos juntos.Nuestras convicciones las vamos a sellar y consolidar bajo el poder de la verdad, La verdad que se impone por el peso del conocimiento y la razón. No existe otro camino que la vía pacífica en todas y cualquiera de sus manifestaciones.
Por Gustavo CarbonePero pese a no existir "sentencia" en el caso, entendemos humildemente que Gualeguaychú ha triunfado. Decididamente ha triunfado. Mucho más allá de la interpretación que desde lo jurídico, puedan llegar a tener la contundencia de los aportes realizados por la delegación de la Argentina, en esta delicada instancia.Pero es que la felizmente "rebelde" Gualeguaychú, su comunidad casi unánimemente abroquelada, motorizada en cientos de oportunidades por la Asamblea Ciudadana Ambiental, ha sido la gestora ejemplar del enfrentamiento por vía de la razón, a los grandes intereses corporativos internacionales, económicos y políticos.Hemos asistido, creemos, a la gestación de una postura Argentina a partir de ahora, que en materia de defensa del medioambiente, da inicio a lo que tiene como destino, transformarse en una verdadera Política de Estado.Y Gualeguaychú tiene la responsabilidad de ser el motor que corre detrás, a la par o por delante de una toma de conciencia universal más acabada, de lo que significa, la fuerza que adquiere, en estos nuevos tiempos, la "licencia social".La adquisición por parte de nosotros, gente común de cualquier latitud, de un conocimiento básico científico también imprescindible, es mérito del puñado ciudadano de los comienzos, y los que hasta hoy continúan sin claudicaciones.Aquí, ha existido un aporte permanente, irrenunciable, sostenido, de la Asamblea Ambiental Ciudadana y el Grupo Técnico que la conforma como parte de ella, con respetados y reconocidos profesionales del medio local.Todo un sector apoyado por figuras científicas de valor académico de gran prestigio y valor, pero sobre todo de una dimensión y concepción humana de la vida, en plena sintonía con la que esta comunidad emprendió y lleva a cabo en su lucha.Todos ellos nos han enseñado, y han hecho reflexionar, claramente lo que significa el daño incontrovertible de la "contaminación".Lo que significa la acumulación durante por lo menos 40 años, de sustancias de altísima poder contaminante sobre el agua, el aire y todo lo que circunda a Botnia. Este es el nudo de la cuestión. No debemos dejar que ningún reflector nos encandile y haga perder el sentido y la orientación.El azufre, el nitrógeno, el material particulado, desprendidos y ya sobre nuestras cabezas, a través de emisiones gaseosas contaminantes. También sabemos ahora, sobre los residuos sólidos bajo forma de licor verde, lodo local, así como del barro de corteza de madera, o el barro que queda del tratamiento de los efluentes de fábrica, que caen en el río Uruguay diariamente, la 24 horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año.Todas éstas, sólo son unas pocas cuestiones que se han impuesto ya, ahora, como de prioridad absoluta en toda agenda, científica, jurídica, técnica o de cualquier naturaleza, y que tenga que ver con "la naturaleza" y los recursos que ella nos regala tan generosamente.Gualeguaychú ya triunfó en La Haya. Sí, después de dos semanas de exposiciones jurídicas de excelencia, y de aportes de pruebas contundentes por parte de los juristas que nos representaron ante la Corte, y además por los diplomáticos argentinos que en esta oportunidad, según todo parece indicar, nos han representado con mucha dignidad, solvencia, y pleno conocimiento de la angustiosa situación que nos toca sufrir en cuerpo y alma, a toda la población regional.La Asamblea, entendemos también muy humildemente, debe recrear su espacio de debate adulto y respetuoso que en tantos momentos la caracterizó.Renovarlo es prioritario. Es necesario también, tratar con acciones innovadoras de llegar y convencer a tantas personas, como aquéllas que siguen dando prioridad a cuestiones menores, al lado del peligro que representa la inviabilidad medioambiental para un desarrollo sano y sostenible de la vida en todas sus manifestaciones.El convencimiento es por medio de la razón. De conocer, de pensar. De imaginar esas acciones y oportunidades nuevas que fortalezcan la lucha que nos aguarda, muy larga y difícil todavía.Es necesario minimizar los perjuicios que a veces nos ocasionamos entre nosotros, afectando derechos que también deben ser respetados.Vale este comentario no sólo para los asambleístas siempre activos entregando sus tiempos. Vale también, para quienes se han sentido perjudicados por el corte, y que lo son de hecho, pero que han agraviado sin sentido a los vecinos asambleístas, que con sus acciones y pese a errores o desaciertos, han demostrado de manera elocuente que están, luchan y sin duda lo seguirán haciendo, con prioridad excluyente. Ir siempre contra Botnia.Que quieren ejemplarmente, como nadie de aquí debemos dejar de querer, que "Botnia se vaya".A partir de allí, con la suma de la toma de conciencia de todo ésto por parte del pueblo uruguayo, Gualeguaychú y su causa y fin de lucha inclaudicable, coronará el objetivo.Falta ese triunfo final; que se desarticule Botnia y que se vaya, para dejar de contaminar. Tenemos que lograrlo todos juntos.Nuestras convicciones las vamos a sellar y consolidar bajo el poder de la verdad, La verdad que se impone por el peso del conocimiento y la razón. No existe otro camino que la vía pacífica en todas y cualquiera de sus manifestaciones.
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