El valor de la tierra sigue al de la soja
El potente negocio que gira alrededor del poroto de soja ha provocado una fuerte revalorización del principal activo con el que cuenta Argentina: sus tierras agrícolas.Según un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario, desde 2001 el valor de los campos registró un aumento en dólares superior al 120%.De esta manera, las más de 31 millones de hectáreas que hay en producción pasaron a valer 155.000 millones de dólares, el equivalente al 42% del PBI. Eso es más de lo que se necesitaría para cancelar la deuda externa, situada en 127.000 millones de dólares.El cálculo de los economistas rosarinos sobre cuánto vale la tierra surge de multiplicar la superficie sembrada en la campaña 2009/10 (algo más de 31 millones de hectáreas) por unos 5.000 dólares, el precio promedio por hectárea.Según su ubicación y aptitudes agrícolas, el valor de un campo puede variar significativamente. Puede ir desde menos de 1.000 dólares hasta 16.000 dólares por hectárea.En el sur de la provincia de Entre Ríos, por caso, la hectárea puede valer hasta 11.000 dólares. En algunos campos de Buenos Aires, de gran aptitud agrícola, el precio de la hectárea se situó en 15.500 dólares en marzo pasado, lo que supuso un aumentó de más de un 20% en un año, según algunas inmobiliarias.El valor de la hectárea acompaña el alza de los granos, sobre todo de la soja. "El precio de la tierra depende, fundamentalmente, del precio del bien que produce esa tierra. Y esto se puede ver claramente teniendo en cuenta el precio que tenía la soja en 2000/01, cuando su valor FOB llegaba a 160 dólares, contra alrededor de los 500 dólares o más que cotiza en los últimos tiempos", dice la Bolsa de Cereales de Rosario.El incremento del valor de la hectárea tiene preocupadas a entidades como la Federación Agraria de Entre Ríos, que nuclea a arrendatarios, es decir a los que pagan el uso de la tierra para producir.El dirigente Alfredo Bel remarcó que el valor de la tierra seguirá aumentando si no se limita la venta a inversores foráneos. "En la medida que haya libertades de compra para los extranjeros, eso presionará en al valor de la tierra hacia arriba", afirmó.Y añadió: "Por supuesto que estamos en una etapa donde hay una renta, y el dueño de la tierra está haciendo muy buen negocio en función del arrendamiento".En diálogo con Noticias Entre Ríos, razonó: "Los recursos naturales son estratégicos en el mundo; la gente que tiene poder económico piensa la tierra como un factor hacia adelante, lo que va a ser la generación de alimentos. Todas esas cuestiones influyen para que haya un valor que está alejado de lo que es el valor productivo de la tierra".El cultivo estrella de estos años fue el poroto de soja y sus derivados, que en Asia se demanda como proteína necesaria para hacer frente a las necesidades alimenticias de las nuevas clases medias de China e India, dos potencias económicas emergentes.La globalización capitalista hizo posible que el precio de la soja sufriera un brinco extraordinario. Hace poco el economista Gustavo López, de la consultora Agritrend, publicó en la revista "Márgenes Agropecuario" que entre 2005 y 2010 sólo el complejo sojero aportó divisas al país por 59.236 millones de dólares.Este año, con una cosecha de casi 100 millones de toneladas, el subsector granario exportará por valor de 30.000 millones de dólares.Si en los '90 la provisión de dólares de la economía argentina dependía del crédito externo y de la venta de activos estatales, desde 2002 el país está blindado con los "sojadólares".
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