En la puja de precios y salarios, ¿quién gana?

"Los pesos que tengo hoy en el bolsillo ¿valen más o valen menos?". Es la pregunta que se hacen asalariados, quienes ven crecer a la par sus ingresos y el precio de los bienes.Las negociaciones paritarias reflejan esta puja, pero en un contexto de gran incertidumbre porque la inflación real en Argentina, a partir de la manipulación del lndec, es un misterio.El titular de la CGT, Hugo Moyano, acaba de decir que los aumentos de salarios le están ganando a los precios. De hecho dijo que la actual inflación "permite la movilidad social".Los dichos del sindicalista peronista, así, introducen una novedad en el pensamiento de Juan Domingo Perón, quien enseñó que esta carrera suele ser desigual y contra los trabajadores.Por tanto, hoy no regiría aquel apotegma del General según el cual "mientras los salarios suben por la escalera, los precios van por el ascensor".Es probable que el sindicato camionero y algún otro, con gran poder de presión, haya conseguido aumentos que preserven, y aún que mejoren, el poder adquisitivo de sus afiliados.Ahora bien, ¿es ésa la situación de los trabajadores en negro, cuentapropistas, empleados públicos provinciales, jubilados, y de los que reciben algún plan social?El gobierno de la provincia, como se sabe, acaba de anunciar aumentos para sus empleados y jubilados. Pero mientras eso ocurre se registran subas en distintos artículos de la canasta familiar.Por ejemplo, los panaderos de Entre Ríos aseguran que el kilo de pan no podrá sostenerse mucho tiempo más a 5,50 pesos, y para esta semana anuncian que empezará a costar 6,50 pesos.¿Cuál es el argumento para la suba? Los fabricantes hablan de fuerte aumento salarial para los panaderos, sumado a constantes subas en las materias primas e insumos.A decir verdad, en distintos renglones de la economía se están produciendo idénticos reajustes, legitimados bajo el mismo argumento. Algunas encuestas privadas hablan de una inflación del 30% para 2010.Se trata de una de las tasas más altas del globo. El gobierno y Moyano parecen querer decir que esta inflación es una condición para el alto crecimiento que experimenta Argentina.Sin embargo, esta ley no se verifica en la región. Brasil está creciendo al 7% anual con una inflación de 5,6%. En tanto que Chile y Uruguay, que también crecen, tienen proyecciones inflacionarias moderadas para este año (4% el primero y 6,5% el segundo).La economía enseña que la subida nominal de los salarios es ilusoria si no va acompañada de un aumento correlativo de la productividad. Es una advertencia contra la tentación de emitir billetes (circulante) por encima de la producción.Esa lógica genera una prosperidad artificial que, más tarde o más temprano, termina en pesadilla. La emisión monetaria sin respaldo real (sin un correlativo crecimiento económico) genera ilusionismo.Es como emitir cheques (o promesas de pago) sin fondos. El signo monetario, al multiplicarse, pretende sustituir la realidad económica. Pero al hacerlo, en la misma medida se devalúa."Las realidades desaparecen bajo las manos que crean siempre signos", decía Antoine Rivarol a propósito del papel moneda emitido bajo la Revolución Francesa.La inflación que hay en Argentina, ¿obedece a la emisión desbocada de billetes por parte del Estado, de suerte que sería el gobierno el causante de la subida de precios?Al hombre de la calle, en realidad, le interesa poco esta discusión sobre el origen de la inflación. Sus desvelos pasan, en todo caso, por evitar que la inflación erosione sus ingresos.La clave, por tanto, reside en preservar el poder adquisitivo del salario.