OPINIÓN
Encefalomielitis equina: Por "una salud" humana, ambiental y animal
Por Federico Berger*
La encefalomielitis equina es una enfermedad viral que afecta a los caballos y puede transmitirse a los humanos a través de la picadura de mosquitos infectados.
En Argentina, esta enfermedad ha sido reportada en la mayoría de las provincias - desde el norte hasta la Patagonia-, principalmente en las regiones donde se encuentran la mayor concentración de caballos y en las zonas rurales. Debido a la falta de reportes de casos desde el último brote en 1988, el Senasa tomó la decisión de mantener la vacunación en forma facultativa a partir del 2016 en lugar de ser obligatoria.
En esta época la enfermedad se ve favorecida por la proliferación de mosquitos que pican a aves silvestres, siendo éstas reservorios naturales del virus. La picadura de aves afectadas, son las que transmitirán por parte de este vector, la enfermedad tanto a los equinos como al ser humano.
La prevención de la encefalomielitis equina se basa en la vacunación de los caballos contra el virus y en la adopción de medidas de control de mosquitos, como el uso de insecticidas y repelentes y la eliminación de criaderos de mosquitos.
En caso de que una persona sea infectada con el virus de la encefalomielitis equina, se recomienda la atención médica inmediata para recibir el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones graves. Además, se recomienda que los médicos que reciban casos sospechosos en zonas donde se reportó la enfermedad en equinos pidan la realización del análisis que confirme la enfermedad viral.
Hay numerosas y excelentes publicaciones con descripción detallada de la enfermedad, medidas de protección y control realizada por especialistas.
Desde la Federación Veterinaria Argentina exponemos nuestra visión respecto al presente y futuro de la misma:
• Hay especialistas que sostienen que por cada caso informado hay de 4 a 10 sin aviso.
• Estamos en verano con muy alta presencia de vectores.
• Prácticamente la mitad de las provincias de nuestro país han presentado casos.
• Se confirmaron los primeros casos en humanos.
• Apareció la primera partida importante de vacuna para ingresar al mercado.
• Senasa exige la aplicación y certificación por veterinarios acreditados.
• Se norma el movimiento de equinos vacunados y no vacunados.
En esta descripción cronológica de sucesos, en el primer mes hemos observado lo siguiente:
• Distribución de vacuna fuera del canal veterinario.
• Aplicación de vacunas realizadas por no profesionales.
• Falta de registro y certificación de vacunas.
Si no corregimos estas desviaciones, seguramente nos llevara a desconocer nuevamente la situación sanitaria para poder tomar las medidas correctivas necesarias para frenar el avance de esta enfermedad que tiene alta letalidad en equinos y es una zoonosis.
Es aquí donde el concepto de "una salud" debe interpretarse y aplicarse en su máxima expresión. Trabajemos juntos profesionales de la salud humana, ambiental y animal.
Capitalicemos esta situación, es el momento de demostrarnos que podemos lograr de la sinergia pública-privada estar a la altura de esta demanda de respuestas y acciones.
Hay normativas, hay elementos tecnológicos para identificar, registrar y georreferenciar cada animal, hay profesionales preparados y acreditados, y está presente autoridad de aplicación. Tenemos los elementos que demanda y sostiene un plan y un sistema sanitario para contener, controlar y prevenir enfermedades.
Es el momento de trabajar juntos por "una salud" mejor (Télam).
*Presidente de la Federación Veterinaria Argentina