Esclavitud sexual: doloroso testimonio
El relato de Nerea Soledad Olivera, que estuvo capturada en una red de trata de personas desde los 11 años, muestra la lacerante realidad de tantas mujeres y niñas sometidas al aberrante negocio de la explotación sexual.La chica, que hoy tiene 22 años, contó que fue abusada por su padre cuando vivía en la localidad misionera de 2 de Mayo, y a los 11 años "vendida" a una red de trata que la obligó a prostituirse.Desde Misiones la trasladaron a San Luis, donde estuvo cautiva en un prostíbulo denominado Venus. Nerea dijo que allí conoció a Fernanda Aguirre, la chica entrerriana que fue vista por última vez en San Benito el 25 de julio de 2004."No podía comunicarme con ninguna de las chicas porque en todo momento había alguien que nos llevaba y traía. En ese instante ella (Fernanda) estaba embarazada y dio a luz a los pocos días en ese lugar. La hicieron tener relaciones sexuales hasta el último momento de su embarazo y cuando tuvo a su hijo yo misma limpié la sangre, pero después no la vi más", contó al portal Elonce TV.Y agregó: "La vi en varias oportunidades pero no nos permitían hablar, no podíamos hacer más que lo que ellos decían: nos drogaban y obligaban a hacer cosas. A mí me excluyeron del grupo porque preguntaba mucho, hablaba y lloraba"."Estoy segura que era Fernanda -relató- pero tenía el pelo corto, estaba en un serio estado de desnutrición como casi todas. No me la saco de mi cabeza por su carita y sus ojos, no puedo olvidármela. De ver tantas chicas a ella fue la que más cercana sentí".Al mismo tiempo narró: "yo tenía 15 años cuando tuve contacto con ella, hoy tengo 22, casi 23, es decir, esto pasó hace siete años".A Nerea le habían hecho un documento con la falsa identidad de Vanesa Niklas y una edad mayor. En abril de 2007, el lugar donde la tenían en cautiverio fue allanado y la joven rescatada.Pero como era menor de edad fue entregada a su padre, quien la llevó a Misiones otra vez y volvió a entregarla a la red de trata. En 2008 Nerea tuvo una beba en cautiverio. Un cliente se hizo cargo de la nena y se las llevó a las dos, pero cuarenta días después del parto, la obligó a prostituirse.Tiempo más tarde, el hombre le ofreció a Nerea un pasaje para volver a Misiones, a lo que la joven accedió, pero allí perdió contacto con su hija, ya que cuando consiguió el dinero para volver a San Luis, ni el hombre ni la niña estaban."Desde que nací, mi único recuerdo feliz fue cuando nació mi hija Luciana porque cuando era chica solamente me explotaban y me mataban a palos", contó Nerea, quien dijo que vio recientemente a su hija en una casa en Buenos Aires con el hombre que ella cree que es el padre de la niña (que actualmente tiene 6 años), pero éste se negó a entregársela."Fui a juzgados, defensorías, a Casas de Justicia, pero nunca le dieron importancia a mi caso", declaró Nerea, quien afortunadamente encontró ayuda en la Asociación de Víctimas de Violaciones (AVIVI).La chica acaba de contar su historia ante la Justicia Federal de San Isidro. El caso de Nerea -y al parecer el de Fernanda Aguirre- revela el drama de las mujeres y niñas atrapadas en redes de trata.Se trata de una realidad horrorosa que hace perder la fe en la condición humana. El hombre es el único animal que ha esclavizado a sus semejantes, nos recuerda el escritor húngaro Emil Ciorán, para quien "solamente el ser humano es capaz de tanto desprecio de sí mismo".
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios