Escuela pide a las autoridades “preocuparse y ocuparse”
OpiniónLa Escuela Secundaria N° 25 de Estación F. M. Parera, expresa algunas inquietudes y sugerencias con el único fin de aportar posibles soluciones al histórico trastorno que representa la intransitabilidad de los caminos de acceso a esta localidad como a las aledañas.Todos los docentes de estas "Escuelas del Campo" residen y llegan a ellas desde ciudades vecinas en las que viven, y desde las que algunos deben viajar todos los días como toda persona que trabaja y para que nuestros "gurises" reciban una formación digna que corresponde y se merecen; la misma que tanto se predica.Y este es el sentimiento mas arraigado en todos aquellos educadores que optaron por ejercer la docencia en Escuelas Rurales. Y hacemos esta aclaración, porque aunque parezca obvia, no esta de más. No tenemos duda alguna que con nuestra inquietud coincidirán aquellos que dictan clases en escuelas de localidades aledañas y obviamente sus habitantes condicionados desde siempre al estado de los caminos.La intransitabilidad de estas vías de acceso resulta hasta angustiante para cualquiera de quienes tienen que enfrentarse a la odisea siempre latente, por ejemplo de quedar enterrados en medio de huellones y en el fango, o ir sin lluvia y regresar con lluvia al fin de la jornada, o por ejemplo averiguar desde, Gualeguaychú, Larroque, Urdinarrain, que camino permite el transito para llegar después de una lluvia que por leve que sea malogra todo acceso.Desde Gualeguaychú hay tres "opciones", una el camino de tierra que va a Almada, y obviamente queda descartado en casos de lluvia. Otra dar la vuelta por el ripio que desemboca en la Ruta 51 que une Irazusta con Parera, opción que también cuando llueve hay que descartarla porque tiene tramos puntuales que por decidía de quienes lo construyeron quedan infranqueables para quienes no viajamos en 4x4 o en tractor.La última opción que nos quedaría sería desde Gualeguaychú llegar a Urdinarrain y desde allí tomar el camino de "ripio" (Ruta 51) que une Urdi con Britos y Parera.Hasta Urdinarrain es un placer viajar desde Gualeguaychú por ruta 20, pero el acceso a Parera desde Urdi como desde Larroque- Irazusta, por el camino de "ripio" -Ruta 51- llamarlo de ripio es ya casi un mandato cultural folklórico, porque también es deplorable el estado en el que queda después de la lluvia.Y hay algo para destacar, que los vehículos pesados, no respetan el tiempo de intransitabilidad después de una lluvia, y los pozos y huellones impiden hasta cuando está seco el paso vehicular. Se le suma a esto las demoras de Vialidad en reestablecer todos estos obstáculos.Nos preocupamos y ocupamos por llegar a la escuela -porque ese es nuestro compromiso-pero el estado de los caminos termina redundando un perjuicio generalizado, crónico imposible de evitar. Y no requeriría grandes desembolsos económicos al Gobierno decidirse de una buena vez por todas y definitivamente a acondicionar las vías de acceso, para que con lluvia o sin lluvia, docentes y habitantes no tengan que conducir con el corazón en la boca y podamos llegar a destino los alumnos y docentes para cumplir con lo mas esencial de nuestra función: no dejar sin clases a nuestros alumnos.Consideramos que las condiciones climáticas son inevitables e inmanejables y no está al alcance de nadie la posibilidad de evitarlas, pero si existe la de recomponer definitivamente las vías de acceso a estas localidades por el bien común de todos.Y reiteramos, nuestra férrea voluntad como docentes rurales es llegar, cumplir para que la aspiración loable de las autoridades educativas, gobernantes, padres y alumnos sea un hecho concreto.Tenemos la esperanza de que por este medio se conozcan nuestras preocupaciones y lleguen a quienes tienen las herramientas necesarias para dar una solución, no emparchar todo este problema. Por sobre todas las cosas, para hacer realidad la noble aspiración del gobierno y de autoridades educativas de que nuestros "gurises" se eduquen en los 180 días de clase del ciclo lectivo.Y no permitir que por abandono estas pequeñas localidades del interior, herencia de nuestros mayores, continúen condenadas a la desaparición quitándole posibilidades de pervivencia en vez de ofrecérselas, mínimamente para mitigar el aislamiento en el que quedó desaparecido el ferrocarril. Y si la intransitabilidad de los caminos no se resuelve, todo se esfuma y queda en intenciones y como dice el antiguo adagio: "De intenciones, está empedrado el Camino al cielo". Comunidad Educativa Escuela Secundaria N° 25 de F. M. Parera
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