España ya no atrae, sino expulsa argentinos
La "madre patria" dejó de ser el sitio preferido de los migrantes argentinos, a partir de la severa crisis económica que golpea a la península. De hecho el 84% de los que partieron en 2001, ya volvieron.El flujo de inmigrantes argentinos hacia España cambió dramáticamente. La tendencia que se registraba ininterrumpidamente al menos desde 1995, cuando en estas pampas la desocupación era un drama, se diría que es de signo contrario.La economía europea más afín a los argentinos -por parentesco, cultura y lengua-, dejó de funcionar como "efecto llamada" sobre todo a partir de 2008, cuando el mundo desarrollado entró en una crisis de la que aún no puede salir.El aumento de la tasa de desempleo en España ha afectado de forma muy particular a los inmigrantes. Esto en un contexto de endurecimiento de las políticas hacia los extranjeros en toda Europa, donde los gobiernos utilizan las deportaciones como método para sacárselos de encima.Por cambios inesperados en la economía mundial, la malaria en los países "centrales" coincide con una primavera económica en los "periféricos", entre ellos Argentina, cuyas materias primas tienen una cotización excepcional.De aquí se deriva el hecho de que mientras Estados Unidos y Europa sufren una prolongada recesión, América Latina bate récord de crecimiento desde hace una década.Este es el telón de fondo que explica el cambio de tendencia en los fenómenos migratorios globales. Que se ve de forma palmaria en la relación España-Argentina.Según informó el Ministerio de Trabajo español, el 84% de los argentinos que partieron en 2001 a la madre patria, escapando de la caída brutal de la economía de la convertibilidad, ya regresaron al país.Además, la oficina española informó que hay 35.081 argentinos desempleados en la península, sobre un total de 103.171 viviendo allá.A todo esto, el consulado argentino en Madrid informó que más del 35% de los argentinos residentes en España tiene un título universitario, mientras que el 70% finalizó el secundario.El argentino promedio tiene un perfil laboral diferente del común de los inmigrantes. En tanto, se asegura que los trabajadores manuales -colocadores de piso y albañiles- ya retornaron al país, donde se volvieron a emplear en la industria de la construcción, que desde 2002 no ha dejado de crecer.En España, con un paro que ya ha alcanzado a 4,6 millones de personas, los migrantes se encuentran entre los grupos de población más afectados. Y los argentinos no son la excepción.Entre 2008 y 2009, por caso, alrededor de 30.000 compatriotas perdieron su empleo en España. Y entre mediados de 2007 y 2009, la tasa de paro entre los inmigrantes argentinos subió desde 8,9 hasta 22,3 %.El número de argentinos residentes en España comenzó a descender en 2009 por primera vez en casi quince años. En ese año, entre 6.000 y 7.500 argentinos decidieron regresar al país, en tanto que la migración hacia la madre patria se estancó desde entonces hasta hoy.Normalmente, el interés económico ha tenido una importancia primordial en la decisión de emigrar. Aquí juega la posibilidad de encontrar empleo, niveles de salario y posibilidades de ascenso social.Hasta hace poco tiempo, Argentina expulsaba a su población, en tanto que España aparecía como un destino de atracción. Siguiendo una lógica según la cual los países centrales actuaban como imán poblacional.Este escenario, sin embargo, ha cambiado dramáticamente, a partir de la crisis desatada en las economías centrales. Por esa razón España ya no sólo no atrae sino que expulsa a los argentinos.
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