ESTELA MIÑO
Estela Miño: "Si podemos hacer sustentable la economía social los beneficios se multiplicarán por tres parques industriales"

La flamante presidenta de la Corporación del Desarrollo Gualeguaychú se refirió al proceso de recambio que encabeza en la institución que reúne a 26 entidades de la ciudad, a la relación que espera construir con el gobierno municipal y a los desafíos que tiene por delante. "Si no hay una buena vinculación entre lo público y lo privado no se crean las condiciones mínimas para el desarrollo", expresó.
Luciano Peralta Después de 12 años de continuidad, la renovación se impuso en la Corporación del Desarrollo Gualeguaychú (Codegu). La propuesta encabezada por la docente Estela Miño se quedó con 12 de los 24 votos válidos en la elección del último lunes; 10 fueron para el oficialismo, representado por el contador Ricardo Díaz, hubo dos abstenciones y dos votos anulados. Antes de la elección, que estaba fechada para el lunes 28 de septiembre, pero se llevó a cabo un mes después, desde ambos sectores calificaron como “campaña sucia” a la de sus adversarios, lo que calentó el clima electoral como hace mucho tiempo no pasaba en la institución. Hubo trascendidos de “aprietes” y de “maniobras” para que ciertas entidades cambien su voto a último momento. Pero, más allá de eso, las voluntades quedaron claras en la votación final: 12 entidades respaldaron a Estela Miño, 10 a Ricardo Díaz, dos se abstuvieron y dos votos fueron anulados por cuestiones administrativas y falta de documentación. Dos días después, la electa presidenta de la Codegu (2020-22) dialogó con ElDía. “El proceso electoral fue muy positivo, en la mayoría de las entidades hubo votaciones, y eso es democratizar, revitalizar, empoderar a la entidad. El balance es sumamente positivo, y que el resultado haya acompañado a nuestra propuesta de renovación es lo más óptimo”, consideró.
-Sos la primera mujer en asumir la presidencia de Codegu, ¿qué valor tiene eso? -Soy consciente que en la historia institucional soy la primera, por eso se lo dedico a todas las mujeres que han querido llegar y, teniendo las mismas capacidades que un hombre, no pudieron hacerlo por una cuestión de género. Reconozco que pasa y mucho. Pero en lo personal, siempre que he trabajado, que me esmerado por un objetivo, lo he alcanzado, otras veces no, pero creo fue por limitaciones personales. No tuve esa discriminación de género, lo que no me hace desconocer que en muchos casos sí pasa. En la campaña competí de igual a igual, nunca usé la condición de género ni hice alusión al tema. -Igualmente llegás a una institución en que la inmensa mayoría son hombres… -He participado durante 20 años de la Codegu, como consejera titular, adjunta, o directivo. Nunca me convocaron para ser parte del Comité Ejecutivo, y no me acuerdo de mujeres que hayan sido parte. Yo aspiro a que en ese comité seamos dos o tres las mujeres. -¿Para qué el cuarto intermedio de 14 días? - Durante la campaña me llegaron algunas voces de consejeros que estaban por el oficialismo, iban por la continuidad y no participarían de este proceso de renovación si se llegaba a dar. Entonces, a mí me pareció lo más honesto de mi parte, respetar esta posición y darles la posibilidad de que cumplan y que las entidades tengan tiempo de elegir a otra persona. Yo no puedo convocar a la conducción a alguien que no quiere participar, esto condicionaría a la entidad de la que cada consejero es parte. Eran muchas más las entidades que estaban apoyándonos, no solamente con los votos. Desde algunas me explicaron por qué no nos iban a apoyar, pero veían muy bien la propuesta. Entidades de peso internamente, que quisiera que estén participando, que tomen decisiones desde el Comité Ejecutivo. Para eso es el cuarto intermedio. -La primera renovación sería de algunos consejeros entonces… -Acá hay consejeros que han estado haciendo campaña en contra de lo que había decidido su propia entidad. Hicieron, hasta último momento, campaña contra mi postulación. Eso no está mal, está bien que ese consejero lo piense personalmente, pero se da una incoherencia que no se tendría que dar. Las entidades tendrían que poder delegar en personas que manifiesten lo que piensa la entidad. Acá hubo consejeros que ya habían comprometido el voto por la continuidad, pero al salir otra propuesta se empieza a repensar esta situación… -¿Cómo se da vuelta la página? ¿En qué empiezan a trabajar? -Estamos generando una mesa de evaluación de proyectos, donde haya miembros que sean permanentes, que ahí estarían las entidades de educación superior y el Departamento Pymes. Pero a la vez va a haber otro departamento que será el que presente proyectos, donde podrán participar las instituciones que son parte de Codegu y las que no, así como cualquier persona particular. Otro carácter de miembro es el que dé financiamiento. Si nosotros vamos a pedir el Fondo de Promoción Industrial a la Municipalidad, tenemos que aceptar que la Municipalidad delegue una persona para que esté evaluando el proyecto para el que se pide el financiamiento. Porque lo que ha pasado es que a veces se espera un dinero que no llega porque no hay un proyecto sustentable. -Fue el gran conflicto de la gestión anterior con el Municipio, ¿nace otra relación con lo público? -Nosotros no nos tenemos que olvidar que esta es una entidad de asociaciones civiles, del ámbito de lo privado, con el Municipio en la mesa. Esa relación hay que reforzarla, fortalecerla, crearla en los lugares donde no esté creada. Si no hay una buena vinculación entre lo público y lo privado no se crean las condiciones mínimas para el desarrollo. Ese es uno de nuestros nortes. -¿Cuáles son los otros? -Estamos pensando mucho en la juventud de la ciudad y en una Escuela para el Desarrollo que tenga tres pilares: los negocios, el trabajo, en la que va a tener un rol preponderante lo que podamos trabajar con la CGT y el Ministerio de Trabajo, y otro que va a ser la parte de promoción de la educación y de las industrias culturales. Esta escuela tendría perspectiva de desarrollo. En este sentido, vamos a traer al proyecto a la U-RUS, que es una universidad cooperativa que nació de Río Uruguay Seguros, en ese modelo no se necesita tener una educación secundaria, por ejemplo, como en cualquier universidad. Se brindan capacitaciones en idiomas, negocios, cooperativismo, etc., para fortalecer al emprendedor. Si podemos hacer sustentable la economía social los beneficios se multiplicarán por tres parques industriales. Que el emprendedor pueda vivir de los productos que vende o de los servicios que presta, y a su vez pueda emplear al menos a una persona, porque lo que falta es empleo, trabajo sobra. Esperar que venga una gran industria y emplee a toda la gente desocupada es una utopía hoy en día, en el mundo no solamente en Gualeguaychú. -¿Se cambia el enfoque de la gestión anterior, más ocupada en el PIG? -Sí, pero hablando con los propios industriales del Parque Industrial, quienes nos acompañaron con el voto de la cámara, ellos estuvieron de acuerdo con esta postura. Con la radicación de la economía social en el parque, por ejemplo. Eso jerarquiza a las personas. Si vos tenés un emprendimiento y estás en un contexto de producción, te sentís más valorado. Y de los industriales salieron sugerencias importantísimas, porque también ellos quieren que el contexto de la ciudad sea acorde para que a la industria le vaya bien. -¿Qué se entiende por proyectos de la economía social? -A las pequeñas producciones, desde mermeladas a manualidades, o a prestaciones de servicios. Lo que pasa es que, al no tener sustentación de negocio su economía le sirve para uno o dos años, y se funde, porque no puede reinvertir, no puede rediseñar, se agota, o hace algo exitoso y lo copian muchos. Bueno, a ese sector hay que darle el acompañamiento y las herramientas para hacerlo sustentable. -Retomo el tema de la juventud, ¿qué se está pensando para ese sector? -Acá en corporación tenemos jóvenes en la enseñanza media, en el Instituto Agrotécnico, hasta las universidades. Desde los 12 a los 23, 24 años. Hay que pensar proyectos de desarrollo que incluyan a los jóvenes. Es fundamental pensar en ellos, los chicos se van de la ciudad, otros se quedan por descarte, muchos vienen a estudiar a Gualeguaychú y se vuelven. Hay cerca de 4 mil jóvenes que no son de la ciudad estudiando distintas carreras terciarias y universitarias, y todos se vuelven a sus ciudades con un título. Y la inversión de las entidades se va a otro lugar. Eso también tenemos que revertirlo. ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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