Estemos a la altura del compromiso social
Los trabajadores desde la vigencia de las leyes sociales en nuestro país, que costó la vida de muchos compañeros, comenzamos a nuclearnos en diferentes sindicatos según la rama de interés y así surgieron varios cada uno con su estilo, las personas que fueron pasando le fueron marcando una cultura de conducir.Por Oscar ÁvilaOpiniónSu objetivo: unir a los trabajadores en defensa de sus derechos, salarios, mejores condiciones de trabajo y un espacio donde construir políticas gremiales para llevar adelante la lucha en representación de todos.En ese largo camino quedaron todos nucleados en la CGT.Así surgió el AGMER con el agregado de ser un ámbito de fraternidad donde debatir con el compañero no me hacía ni mejor ni peor, ni amigo o enemigo, un lugar donde más allá de la religión, política u otras diferencias que no se hacían notar; esto no era lo importante, lo importante era y es el compañero.Hoy en mi opinión, veo con cierta tristeza, cómo se han trasladado al sindicato prácticas políticas indeseables rompiendo ese principio de fraternidad, de encuentro para el crecimiento. Discursos plagados de demagogia, de agravios personales, de ofensas y descalificaciones atraviesan los medios de comunicación e internet.Pareciera que todo vale para tener el preciado lugar del cargo y yendo más allá se desafía diciendo "ya veremos quién tiene el poder", poniendo en juego ese poder que nos confieren los compañeros a los dirigentes, pero para destruir herramientas como el diálogo interno, el debate. Es muy difícil en todos los ámbitos recomponer la confianza entre las personas cuando esta se rompió con agravios y ofensas.La autoridad nos es conferida por los compañeros en pos de trabajar para todos, no viendo al gremio como una prenda de cambio, haciendo de la tarea gremial una campaña demagógica permanente.Es una mediocridad creer en el hecho de ganar el poder porque descalifico y agravio y con eso elimino a los demás. La eliminación del otro también es una forma de relacionarse con los demás y resolver conflictos.Como dice el refrán en el país de los ciegos el tuerto es rey.Por suerte o gracias a Dios existen muchos compañeros que repudian estos hechos, pero es triste ver que no participan o están descreídos por ver acciones que solo llevan a la destrucción, pues es tal el estado de las cosas que pareciera que todo está viciado.Me lamento por lo que observo pero eso no me quita la esperanza de creer que es posible conservar virtudes y las que le dieron vida a nuestro gremio están vivas.No creo que porque haya alguien con el solo interés de tener el poder (venga de dónde venga) y utilice cualquier mecanismo para lograrlo podrá destruir lo que tantos compañeros durante más de 30 años construyeron y hasta con su cuerpo defendieron.Fue y es por creer en un sindicalismo diferente que se construyó la CTA, fue y es por creer que otra forma de conductas es posible, fue y es por creer que lo más importante son los compañeros que aportan desinteresadamente su esfuerzo para que tengamos logros.A los compañeros no les importan los colores y reniegan de las rencillas internas que lo hacen sentir indefenso y desprotegido. Ellos tienen muy claro quiénes conducen y cómo lo hacen, el tema es estar a la altura de las circunstancias disfrutando logros para todos, asumiendo y reconociendo errores que alejan a los compañeros de sentir un gremio fuerte, cohesionado y dispuesto a defenderlos.Está en nosotros no hacer de las elecciones internas una carnicería al mejor estilo de la vieja política, destratando compañeros, endemoniando nombres y acciones de compañeros que necesitamos que no existan para que me vaya mejor en las elecciones. *docente - dirigente de Agmer
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