
Los precios ya hace semanas han dejado de subir y luego del repunte de enero-abril, ahora tienden a la baja; pero la tendencia no es definitiva, ni comprende a todas las categorías, porque esta oferta tan reducida limita cualquier baja.Con ya seis meses del año transcurrido, puede pronosticarse que en 2010 se registrará la caída interanual más grande en la faena desde 1914, cuando se comenzaron a llevar estadísticas en la materia.Así las cosas, lo único que puede alterar este status quo es que la faena se incremente y los precios tiendan a bajar. Pero las semanas pasan, y si bien la suba estacional de la faena debe esperarse recién para julio en adelante, el repunte de la oferta sigue sin aparecer. En el feedlotEl índice de ocupación de los corrales que elabora la Cámara de Engordadores habría terminado mayo con un 60 por ciento de utilización, un punto menos que el mes anterior (en plena temporada de recarga) y casi veinte puntos por debajo de igual mes del año anterior.Como porcentaje de ocupación, sería el más bajo para ese mes en ocho años. Este bajo nivel de encierre habría devuelto el optimismo a los engordadores, luego de conocerse el informe de Senasa que hablaba de 1,6 millón de cabezas encerradas a marzo, y que ahora volverían a la idea original: la oferta de gordo de los corrales será en los próximos meses mucho más baja que el año pasado e insuficiente para provocar un efecto "puerta 12", como pasó todos los años anteriores, entre julio-noviembre, cuando una enorme oferta concentrada del feedlot destruía los precios.Este año, al cortarse los subsidios, habría muchos menos engordes a corral en actividad, y muchos de los que están abiertos están bien por debajo de su capacidad máxima. Se ha repuesto menos porque hay menos invernada que otros años, porque hay otras manos también comprando (invernadores, criadores) y porque muchos corrales, previendo una corrección a la baja en los precios del gordo, se han impuesto límites de precios a pagar, lo que en la práctica les ha hecho comprar y reponer menos.El feedlot comercial u organizado sabe que hay mucho ternero que este año está siendo engordado en establecimientos de invernada o incluso por criadores. Y que esa hacienda, que es mucha, también se está preparando para salir gorda en los próximos meses, pero confía en que esa salida de los engordes de estancia o caseros, que trabajan a un ritmo más lento, se distribuya a lo largo de varios meses, se diluya en el tiempo, y no se concentre junto con la del feedlot entre julio y noviembre.Los corrales han repuesto menos no sólo por el corte de los subsidios, por la incertidumbre general que predomina en el país y la psicosis de que los precios del gordo se van a caer. Sino también porque los nuevos pesos mínimos de faena lo obligan a comprar invernada más pesada, "encaminada", para evitar caer en la recría a corral, o en dietas alimenticias que encarecen, complican y alargan el engorde.Este año, a favor del estado de los campos y de la retención de los criadores, ha habido mucho destete pesado. El feedlot tiene límites en los precios que paga y además busca un ternero más pesado; ambas restricciones también han contribuido a limitar su actividad
Fuente: Ignacio Iriarte. Analista del mercado ganadero y de carnes