Familia y trabajo, dulce espera
Todos queremos ser felices. ¡Claro que sí!Sin embargo, a la hora de buscar esa felicidad solemos tomar por caminos diversos, según las propias convicciones. También es cierto que podemos enredarnos con complicaciones y "hacemos difícil lo fácil", o como escuchaba de chico en casa, "tenemos más vueltas que una oreja".Por monseñor Jorge Eduardo Lozano*EspecialEl primer libro de la Biblia, el Génesis, nos regala enseñanzas muy profundas y sencillas a la vez. Quisiera este domingo destacar dos: la familia y el trabajo. En los últimos renglones te digo por qué.Nos cuenta el Génesis que cuando Dios creó a Eva y se la presentó a Adán, éste exclamó: "¡esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!", y sigue diciendo: "por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne". El varón y la mujer están llamados a esta unión que lleva a la alegría del amor. A exclamar: ¡esta sí...! o ¡este sí...!Es la alegría porque se supera la experiencia de encierro y soledad, y se alcanza la complementariedad del amor y la comunión.La otra enseñanza es: "ganarás el pan con el sudor de tu frente". El trabajo es lo que ayuda al propio sustento y al de la familia. La dignidad de la persona humana hace que el trabajo sea tan importante y no pueda ser visto desde una dimensión meramente economicista. Es el despliegue de capacidades, cualidades, energías.Hoy, 15 de mayo, es la fiesta de San Isidro Labrador. Si bien él vivió en España hace más de 10 siglos, sin embargo las cosas más importantes de su vida siguen siendo importantes hoy: la familia, el trabajo, la oración, los pobres.Isidro quedó huérfano de pequeño y a los 10 años trabajaba en el campo. Se casó, tuvo un hijo y quería mucho a su familia. Todos los días pasaba por el Templo, iba a misa, rezaba. Los domingos salían juntos a pasear. Vivió de manera muy austera y sencilla, pero siempre tenía algo para ayudar a los más pobres. Un refrán que expresa en algo su vida, dice: "por oír misa y dar cebada, nunca perdió la jornada".Un hombre alegre y querido por el pueblo.Es el patrono de los campesinos. Si bien hoy el campo ha incorporado muchas maquinarias y tecnología, sin embargo, en nuestra patria muchos hombres y mujeres siguen trabajando con esfuerzo en la siembra, al cuidado y cría de animales, y diversas tareas vinculadas. Por ellos rezamos para que tengan un salario que les permita vivir con dignidad.Y miremos todos estos caminos concretos, válidos también hoy para alcanzar nosotros una vida feliz: la familia, el trabajo, la oración, los pobres. ¿Qué lugar ocupan en mi vida?Hoy también es la fiesta de la "Virgen de la dulce espera".Una tierna devoción a la Virgen María embarazada. En los templos en que se la venera muchos matrimonios acuden para pedir la gracia y el don de la vida creciendo en el vientre materno, o rezar cuando el embarazo viene complicado, o simplemente para dar gracias por la alegría que provoca la vida pequeña.Es celebración de la presencia de María en el comienzo de la vida.Y no quiero abusar, pero también es el Domingo del Buen Pastor, y en todo el mundo se reza de manera especial por las vocaciones sacerdotales. Hagamos oración por los sacerdotes y seminaristas, para que Jesús les regale tener un Corazón semejante al Suyo. * Obispo de Gualeguaychú y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social
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