Freegans, estilo de vida alternativo
Reeditan la movida contracultural de la generación juvenil de los '60. Son los 'freegans', una tribu urbana del primer mundo, surgida de las clases medias, que reniega del consumo. La sociología ha acuñado el término "exclusión" para describir a aquellas personas y grupos que están fuera del sistema, pero que pujan por entrar en él.Bajo esa categoría se describe al paria social, a los segregados que están un escalón más abajo que el pobre (que aunque tiene menos ingresos que el resto sigue integrado socialmente).Pero existe la infelicidad de la opulencia, o la "tristeza de los niños ricos". Y la resistencia consecuente que emerge del riñón del sistema capitalista. Los que no quieren ser rehenes de una sociedad hiperconsumista basada en "más tienes, mejor eres".Y por tanto eligen, de manera voluntaria, vivir al margen del sistema, del cual se autoexcluyen en una huida casi romántica hacia un estilo de vida de mayor armonía con el medio ambiente.Son profesionales, gente preparada y de clase media que ha llevado el "ecologismo" hasta sus últimas consecuencias. Es decir al plano de la existencia.Viven en casas tomadas o en casas rodantes, generalmente en grandes ciudades, trabajan en organizaciones de voluntarios, comen de los que otros desechan aunque esté en perfecto estado, reciclan cada objeto que llega a sus manos y le dan un uso a cada cosa hasta que de desintegre.El movimiento contestatario surgió en Inglaterra, se expandió a los Estados Unidos y a decenas de otros países. Nada de electricidad, ni comprar cosas nuevas, ni autos, ni colectivos, ni supermercados, ni negocios, ni baños, ni tele, ni diario, etc.El desafío de esta "tribu urbana" consiste en vivir de la forma más básica posible en medio de las ciudades. Una forma de existencia "verde" que prescinde del dinero y de lo que con él se puede adquirir en el sistema de consumo.Y esto acaso como reacción a tantos ecologistas que no viven su ideología, no la practican, repitiendo aquel doble estándar consistente en despotricar contra el sistema pero vivir de sus beneficios."Lo mejor del proyecto fue sentirme liberado, no depender del sistema que se relaciona inexorablemente con la corrupción y se basa en la inequidad", sostiene Mark Boyle, un miembro del movimiento, autor del libro "El hombre sin dinero", cuyo discurso recuerda al sueño anarquista."Mientras trabajaba en una empresa de comida orgánica me di cuenta de que lo que hacía ahí no era suficientemente ético, de que muchas de las injusticias que vemos hoy, como el trabajo forzado, la pobreza o la situación ambiental, tienen mucho que ver con lo lejos que estamos de las materias primas y con el sobreconsumo", testimonió."Mi familia me apoya muchísimo -dice Boyle-, hasta se han hecho vegetarianos y han reducido bastante todo lo que consumen". En realidad los freegans no son un fenómeno novedoso desde el punto de vista histórico.Recuerdan a diversos movimientos contraculturales de Estados Unidos -uno de los cuales era el ecologismo- que estallaron en los años '60 y estiraron su influencia hasta el final de los años '70.La generación beat, el rock-and-roll y numerosos grupos pro-derechos civiles, reflejaron así a una generación de jóvenes que, imbuidos de una ideología anarquista, querían escapar de las trampas materialistas de la sociedad de consumo, soñaban con un "mundo mejor" y criticaban la hipocresía del "sistema".
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