Hacer política en la actualidad
Para justificar su actividad los políticos suelen argumentar que su trabajo consiste en "transformar" la realidad. ¿Pero qué significa eso? ¿Cómo debe entenderse? Vista con cierta distancia, la temática se puede prestar a varios equívocos. La palabra transformar es muy ambigua, ya que no se aclara el "sentido" del cambio.¿Transformar qué y con qué propósito o finalidad? ¿Cuál es esa realidad maleable susceptible de ser modificada por la acción política? ¿La naturaleza humana? ¿Las mentes de las personas? ¿El servicio de agua y cloaca?El oficio de político, por lo demás, es controversial. El sociólogo Max Weber, por ejemplo, distinguía entre los que sirven a la política y los que se sirven de ella.Los primeros lo hacen por "vocación", son los que encuentran un sentido a sus vidas en el servicio público, como el enfermero que se desvela por sus enfermos y el docente que sólo aspira a que sus alumnos aprendan.Los segundos, en cambio, utilizan la actividad como un medio de vida. "Quien vive la política como profesión, ésta es su fuente de ingresos", aclara Weber sugiriendo que la actividad puede devenir en un negocio redituable.Cualquier historiador comprende, por lo demás, que la política ha cambiado con la sociedad y las épocas. Hoy casi en ningún lado del mundo se toleraría, por ejemplo, el poder autoritario del César.Del antiguo imperio romano, pasando por la Revolución Francesa y la industrialización, hasta la actualidad tecnológica los cambios sociales han sido notables.Al mutar la sociedad ha mutado el concepto de poder y la actividad de quienes lo ejercen, los políticos. En la sociedad interactiva del siglo XXI, de hecho, se han problematizado todos los oficios.En el plano educativo, los especialistas no se ponen de acuerdo por caso en cuál es el rol de la escuela, una institución creada en el siglo XIX, y sobre todo qué hacen en ella los docentes.La política no escapa al cuestionamiento. ¿Qué es y dónde está el poder hoy? ¿Qué hacen los políticos? ¿Se podría prescindir de ellos en una sociedad que marcha a la automatización? ¿Todos los ciudadanos pueden hacer lo que hacen los políticos?La discusión sobre el sentido de la política ha cobrado vigor tras las últimas elecciones en Argentina. ¿Por qué mucha gente dejó de votar al peronismo kirchnerista, con su épica setentista, y se inclinó por Cambiemos, que centra su propuesta en la "gestión"?El sociólogo Eduardo Fidanza ve en la mudanza algo más que una simple opción electoral. Tiende a pensar que lo que hay detrás es un cambio de paradigma, incluso generacional.Sugiere que hay un modo "setentista" de mirar el poder y la sociedad, que está pasado de moda, frente a una mirada más pragmática y minimalista que conecta con la sensibilidad de época."La generación llamada del 70, en rigor, se constituyó sobre los valores vigentes en los 60. La interpretación que ésta hizo (y hace) del mundo corresponde a aquel sistema de valores. Mientras, el mundo cambió radicalmente", refiere el sociólogo.Y añade: "La producción social de sentido hegemónico hoy mira -y actúa- desde los valores vigentes en los 80 tardíos, el período posterior a la caída del muro y del mundo bipolar reemplazado por Estados Unidos como único hegemónico. No es que los setentistas se están yendo porque están viejos: es que, cada vez, son menos capaces de interpretar el mundo de una manera que los lleve a determinar un accionar eficiente sobre éste".
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