Hemos perdido 28 años
Acabamos de renovar nuestro homenaje a los héroes de las Malvinas. Han pasado 28 años de aquel episodio de recuperación transitoria de las islas seguido por la guerra del Atlántico Sur y el sentimiento del pueblo argentino se mantiene invariable. Tan invariable como la falta de acción de nuestros gobiernos de distinto signo frente a la usurpación británica.Por Mario Alarcón Muñiz Especial para El DíaDurante el acto evocativo del último viernes en Tierra del Fuego, la Presidenta apuntó al centro de la controversia acusando al Reino Unido de insistir en "un ejercicio de colonización" en pleno siglo XXI. De eso se trata. La posesión inglesa de las Malvinas ya es insostenible en el mundo moderno. Y su solución no puede tardar.Desde luego entendemos que para alcanzarla sólo debemos confiar en caminos civilizados. De ninguna manera se pueden compartir los delirios etílicos de Galtieri y sus trágicas consecuencias. El millar de jóvenes argentinos muertos y otros tantos inválidos físicos y mentales, además de los variados efectos negativos de aquellos episodios, muestran desde el dolor y el raciocinio que es el de las armas el peor de los recursos. Diplomacia hueca Nos queda la vía diplomática, aunque cabe preguntarse si existe la diplomacia en la Argentina y en tal caso dónde está y de qué se ocupa. Salvo algunos chispazos (Punta del Este 1962 al disentir con el bloqueo a Cuba o en los '80 al acordar la cuestión del Beagle) en el último medio siglo no se ha advertido una decidida política internacional que promueva mediante la diplomacia la presencia argentina en el mundo y se adelante a determinados acontecimientos, en lugar de aparecer detrás de ellos.Es cierto que respecto de las Malvinas nuestro país ha formulado anualmente su reclamo ante las Naciones Unidas. Pero la falta de resultados ha transformado la demanda de soberanía en un recurso formal y rutinario, confirmando de paso que no existe en el mundo un organismo más grande, más caro y más inútil que la ONU. Desde su fundación en 1946 no ha evitado ninguna guerra. Y fue creado para eso. El petróleoLa última gestión la realizó hace alrededor de un mes el canciller Taiana ante el secretario general Ban Ki-Moon, a raíz de la instalación en aguas de las Malvinas de una plataforma petrolera. El ministro argentino planteó entonces la necesidad de exigir la reanudación del diálogo entre las partes, interrumpido hace tres años. Hasta ahora, nada por aquí, nada por allá. No obstante, algún mínimo indicio extraoficial proporcionó el Daily Telegraph, uno de los diarios más influyentes de Gran Bretaña, comentando por esos días que ellos están dispuestos "a negociar el petróleo, no la soberanía". De esto se ha informado poco y nada entre nosotros, pero no deja de ser algo parecido a un punto de partida que por lo menos merece ser explorado.Según ha trascendido, no les va bien en la búsqueda de hidrocarburos a cargo de la compañía Desire Petroleum, lo cual no indica que proyecten abandonar el trabajo. Allí seguirán. Los argentinos podremos formular declaraciones altisonantes, manifestaciones antibritánicas, pintadas y cuanto venga bien como expresión del sentimiento nacional. Sin embargo, nada de eso cambiará la realidad. Ellos están en las islas, se llevarán el petróleo si es que lo encuentran y se quedarán mientras nuestros gobiernos se conformen con periódicas demandas para cumplir y la ONU convierta cada reclamo en un expediente sin destino.Del interés de los ingleses por la supuesta riqueza petrolera del subsuelo malvinense, estamos enterados desde la guerra del Atlántico Sur. A nadie puede sorprender. No obstante, ninguna acción sobre ese tema intentaron nuestros gobiernos. La diplomacia es un desafío permanente a la inteligencia y la imaginación que entre nosotros se notan por su ausencia. Hemos perdido 28 años.
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