EN VIGENCIA
Javier Milei Presidente: pasaron seis días que parecen seis años
Pasaron 6 días pero aparentan 6 años. Así de vertiginosos han sido los primeros días de Javier Milei Presidente. ¿Javier Milei Presidente? Sí, no es broma. Al final, el ‘Peluca’, como le dicen sus seguidores, se quedó con el premio mayor, si es que puede definírselo de esa manera.
Jorge Barroetaveña
Hay algo, más allá de las primeras medidas que se han anunciado que trasuntan estos primeros días de gobierno mileísta: el pragmatismo. Fuera de lo que ha dicho en campaña y en los últimos años, por necesidad o por convicción, el Presidente ha tenido que ampliar su mira y recurrir a gente que, a lo mejor detesta, pero le es imprescindible para gobernar.
Tanto que tuvo casi 3 horas de reunión con Sergio Massa, y varios de los funcionarios del gobierno anterior, como Michel, siguieron en su cargo casi toda la semana. Es que llenar los infinitos huecos que tiene el estado no es para cualquiera. Lo llamativo es que, algunos grandes, como Aerolíneas Argentinas, aún siguen en manos del gobierno anterior.
Claro que esto parece algo menor comparado con la dimensión de la crisis que se enfrenta. A caballo de la ansiedad popular y de los mercados, el flamante Ministro Caputo lanzó una serie de medidas el martes que dividieron la cátedra y generaron un efecto catarata en la economía cotidiana. La devaluación del peso era la más cantada de la historia pero no por eso la menos perjudicial. Los precios, que ya venían calientes con Massa pegaron otro salto, en simultáneo con la actualización de los combustibles, pisada durante la campaña. De repente, se descorrió el telón y todas las miserias proselitistas quedaron en evidencia.
Caputo, en su primer gesto público como Ministro, fue más fiscalista que otra cosa. Casi no hubo centros en ese primer anuncio a los sectores que van a llevar el peso del ajuste. Jubilados, monotributistas, Pymes, autónomos y laburantes comunes. Al cabo, como siempre, la estampida de precios la van a terminar pagando ellos. Haciendo la salvedad del puñado de días que lleva en el poder Milei, se esperan más gestos contra la casta, tal como repitió una y otra vez durante la campaña. “Este ajuste lo va a pagar la casta”, dijo como un mantra, generando las oleadas de apoyo en las urnas.
De eso aún se vislumbra poco y nada. Por ahora se parece a un ajuste ortodoxo, de los que ya se aplicaron en otras ocasiones en la Argentina y cuyos resultados tampoco fueron los mejores. Es arriesgado, es cierto, pedirle a un gobierno, que ni siquiera ha ocupado aún todos los puestos estratégicos del estado, resultados inmediatos. Milei lo dijo con sinceridad durante la campaña: bajar la inflación le llevaría entre 18 y 24, siempre y cuando pueda aplicar ‘su receta’. Pero también es cierto que el 56% de la sociedad que lo votó en el balotaje, y que festejó en el Congreso la crudeza de su discurso, tiene una tolerancia límite. No es posible seguir pidiendo esfuerzo sin nada a cambio. Hacen falta ‘gestos’, simbólicos quizás, pero ‘gestos’ al fin que permitan hacer más fácil el tránsito por el desierto. Alsogaray alguna inmortalizó el ‘hay que pasar el invierno’. Esa frase y, con matices, llegó para siempre. No se fue nunca más. Siempre estamos atravesando el desierto.
El desafío que enfrenta el gobierno de Milei es gigante y quizás ni él haya dimensionado aún la magnitud. La pared que tiene por delante. En las primeras horas demostró que es pragmático. No sólo por llamar a Bullrich para el caliente Ministerio de Seguridad, también por recurrir a otros dirigentes, más cercanos al peronismo que a Cambiemos inclusive. De hecho, el primer gobernador que recibió el Ministro del Interior Francos fue el cordobés. Saben que el apoyo legislativo de muchos de esos mandatarios será clave para las reformar que vayan al congreso. En eso, la Vicepresi-denta Victoria Villarroel le ofrendó al gobierno su primera victoria legislativa ante el kirchnerismo, a quién una alianza variopinta de 39 senadores dejó sin nada en las comisiones, por ende, en el reparto de poder en la Cámara Alta. Fue un golpe duro que el peronismo todavía no asimiló. ¿Cristina? Volvió triunfal al Instituto Patria, haciendo su propia vida y sin hacerse cargo de nada. Al cabo, ¿qué culpa tiene que Alberto haya fracasado y Massa haya perdido la elección por el 160% de inflación anual? Nada, es víctima de los que la persiguen.
Los mercados recibieron con cierta dosis de optimismo los primeros anuncios. Es lógico porque todo lo que huelen a ajuste lo van a apoyar. En las primeras horas el blue perforó el piso de los 1.000 pesos y clavó la brecha con el oficial en alrededor del 30% o menos. Algo que no pasaba hace años. Son indicios apenas del comienzo de una película a la que le faltan muchas partes.
Por ahora es un terror bien fundado. Esperamos que vaya mutando y termine en una comedia que nos permita olvidar las penas. La esperanza es lo último que se pierde no?