
Por primera vez en una edición de bolsillo, aparece en la Colección Aniversario de Losada, (abril de 2010, Barcelona) una antología de la poesía completa de Juan Laurentino Ortiz, "Juanele" y pone al alcance de todos, todos los ríos de su poesía.Por Mirta HarispeEspecial para El Día Mapa poético-hidrográfico de su Entre Ríos, es una de las obras líricas más importantes de la lengua castellana del siglo XX que es valorada cada vez más universalmente. Hay que abismarse en su poesía.Como tantos saben, Juan Laurentino Ortiz nació en Puerto Ruiz, pueblo cercano a Gualeguay, en l896 y murió en Paraná en l978, donde había vivido sus dos últimas décadas, en las que su casa en la barranca del río fue el lugar de peregrinación de jóvenes poetas, cineastas y críticos que lo admiraban por su obra, sus convicciones y su poética, que es una ética de comunión entre los hombres y de los hombres y mujeres con la naturaleza.Hugo Gola, Alfredo Veiravé, Juan José Saer, Francisco Urondo, Juan Ignacio Boido (científico y gran poeta) han dejado testimonio de ese trasvasamiento poético y de cosmovisión, han abrevado en esa tradición que construyeron sobre esa poesía singular y esa cosmovisión nueva que no tenía antecedentes en nuestro país y no era asimilable a las estéticas vigentes.Así nació para nosotros ese mito del poeta fino como un junco, de pelo levantado y blanco, que fumaba en una larga boquilla e iba adquiriendo un aspecto leve y pausado, como de garza delgada y clara. El poeta en su mundo de intemperie de vida y poesía.Vivió en Gualeguay desde l906 y allí publica, en l912 sus primeros poemas. Un año después se conectará con otros poetas en Bs. As. y se encontrará con la poesía de Juan Ramón Jiménez.En el l5 viaja a Marsella en un buque de carga, vuelve a su pueblo, comienza a trabajar en una dependencia municipal hasta su jubilación, en 1924 se casa con Gerarda Irazusta con quien vivirá hasta la muerte de su musa amorosa. Su amigo Carlos Mastronardi, el otro gran poeta nacional gualeyo, lo acompaña en sus batallas por abrir la biblioteca popular a otras lecturas y lo conmina a publicar una selección de sus poemas: "El agua y la noche", en 1933. En el 37: "El alba sube", y entre 1938 y 1958: "El ángel inclinado", "La rama hacia el este", "El álamo y el viento", "El aire conmovido", "La mano infinita", "La brisa perfumada", "El alma y las colinas" y "De las raíces y el cielo", (hermoso título que llevará también la cantata que pudimos ver en "Musicante", en los 80, con selección de textos y guión , puesta escénica y dirección de actores de Alejandro Rey y composiciones musicales y ejecución de Javier Villanueva).JUANELE viaja a China, donde recibe premios, adhiere desde joven a la causa del socialismo marxista, lee filosofía, poesía, física cuántica, contamina musicalmente su poesía con Mozart, Debussy y Brahams, los poetas ingleses y la vanguardia francesa, los clásico chinos y frecuenta a los poetas santafesinos cruzando la orilla.Su verso libre, de gran apertura conceptual, de riachos continuos, siempre atemperado y sin énfasis, siempre sutil e inaprensible, y menos narrable a otro, tiene, como dice en el prólogo a esta edición el también poeta Daniel Freidemberg: "la actitud de estar "siempre atento, completamente atento a los cuidados cambiantes y a veces paradojales del amor", dispuesto sin reservas "a arder en el amor de la tierra y sus criaturas", esa fidelidad a una actitud primera dio por resultado una de las obras más homogéneas y más profundamente coherentes de la poesía moderna, pero si esto se produjo es porque , como señala José Saer, la poderosa "autonomía" que tiene la obra de Ortiz responde a que "no ha sido solamente un hecho artístico, sino también un estilo de vida, una preparación interna al trabajo poético, una moral".Quizá esa libertad y autonomía de vida, ese compromiso con el hombre y el cosmos, ese ascendiente moral que tenía sobre los jóvenes intelectuales y artistas, en un boca a boca secreto, y a veces con entrevistas y reflexiones de Juanele en revistas alternativas, hizo que su obra poética, publicada en 1970, por la Biblioteca Vigil de Rosario, en tres tomos: "El aura del sauce", que incluye diez libros editados de autor tuviera enorme repercusión entre sus lectores viejos y nuevos.Fue luego inhallable; hay un ejemplar en la B. del Magnasco y alguna otra aquí en manos privadas. Los ejemplares que quedaban en la editorial fueron quemados por la dictadura iniciada en 1976. Posiblemente sería "el miedo a la libertad" de una obra y una vida a espaldas del consumo y de rechazo implícito a la sobreexplotación de la naturaleza y el hombre (nunca Juanele escribió "poesía política").Salvo algunos poemas en alguna antología particular o general permaneció Juanele lejos de nuevos lectores, hasta que la Universidad Nacional del Litoral, en 1996, su centenario, publicó su "Obra Completa", que contiene 1120 páginas de "El aura del sauce" y once poemas inéditos, artículos y comentarios. Esta obra anotada fue presentada con una Mesa de gran prestigio en "El Rojas", de la UBA.Allí se sentó la tesis de la obra poética de Ortiz como una gran metáfora y presencia formal de ríos , arroyos, riachos, todos conectados, sin un centro fijo, como palabras-corrientes-aguas de una gran cuenca poética que es la más enigmática y propia de nuestra poesía, que sólo se empareja con el simbolismo belga de un Maeterlinck, dice el prologuista, "en su disposición a descubrir en el paisaje, como lo señaló Juanele en una entrevista, "todas las dimensiones de lo que lo trasciende o de lo que, diríamos así, lo abisma". Saer halla en Ortiz "un deslumbramiento ante la proliferación enigmática de materia que llamamos mundo". El poeta dirá en "EL AIRE CONMOVIDO" (1949)"Sobre la tristeza humilde,/ profunda/ de estos campos,/ a pesar de su gracia, / cantemos./ Con todas las criaturas/ y las cosas;/ con las criaturas// ligeramente más agobiadas/ -¿por qué sueño de sangre?-/ cantemos. / Cantemos con los animales/ -ay, los pájaros sin rama/ cuando el aire es de pájaros,/ celestemente ebrio!-/ Cantemos con los animales/ y las cosas; / con los animales misteriosos y claros / y las cosas misteriosas y claras; / y las aguas visibles y secretas, / que también esperan, / cantemos". En "EL ANGEL INCLINADO" (1937) "FUI AL RIO ...": ......Corría el río en mí con sus ramajes. / Era yo un río en el anochecer, / y sus piraban en mí los árboles,/ y el sendero y la hierba se apagaban en mí./ Me atravesaba un río, / me atravesaba un río!. Y en "LA ORILLA QUE SE ABISMAMe has sorprendido, diciéndome, amigo, / que "mi poesía" / debe de parecerse al río que no terminaré nunca, / nunca, de decir...." Nota (ANTOLOGÍA J. L. ORTIZ. Losada 70 Aniversario se puede conseguir en librerías de Gchú. "LA ORILLA QUE SE ABISMA" (the (river) bank that becomes abysmal) es la película de Gustavo Fontán estrenada en el Tita Merell en Bs As y luego en Gchú en Cultura, película extraña sin texto ni música, con fotografía de Luis Cámara, quien dictara un curso de fotografía del cine en abril de este año , en nuestra ciudad.Homenaje a JUANELE en el entorno que viviera hasta los 82 años tuvo grandes dificultades en la locación, ya que los árboles y el bosquecillo donde caminaba JUANELE fue reducido y depredado por la mano de productores de riqueza material rápida). Es una producción de Tercera Orilla. Inst. Audiovisual de E. R.-INCAA.) .