
Las encuestas han vuelto a sonreírle. Los números en el Gran Buenos Aires, una obsesión, le son otra vez favorables. Néstor Kirchner será, quién lo duda a esta altura, el candidato presidencial del kirchnerismo. "Olvídense, el candidato soy yo", habría dicho en las últimas horas. Y va por más, por mucho más.Por Jorge BarroetaveñaEnvalentonado por las encuestas que sus empleados le acercan de la Provincia de Buenos Aires, el ex presidente ya tomó la decisión de dejar trascender su candidato. El secreto a voces que desde hace meses se pavonea por Olivos, adquirió voz y palabra en una reunión durante la semana con un grupo de caciques del Conurbano Bonaerense. Kirchner fue claro: les ratificó que él será candidato, pese a que está 'cansado', y que Cristina es probable que se tome un 'descanso'. Al lado, sus interlocutores asistieron en silencio a la expresión, comprobando que el kirchnerismo nace y muere en Néstor Kirchner.Eufórico, el sureño les mostraba a todos las encuestas. En más de una, se verifica la posibilidad de una victoria en primera vuelta, algo que lo desvela con el objetivo de aventar el fantasma del temido ballotage. Si Kirchner logra desperdigar a la oposición y abroquelar al grueso del PJ a su alrededor, la quimera del 40% no está lejana. Esos mismos números fueron un escudo para soportar el trago amargo del 82% móvil para los jubilados en la Cámara de Diputados y la entente opositora que pretende armarse para defender al Grupo Clarín y su prestadora de servicios de Internet Fibertel. Al ex presidente tampoco parece importarle demasiado la difusión del video con su Secretario de Comercio Guillermo, despotricando y patoteando gente en una reunión de accionistas de Papel Prensa. A esta altura, el rol de Moreno es triste y le causa un daño innecesario a la imagen oficial. ¿Lo necesitan todavía a Moreno? Cuando Kirchner llegó al poder, apenas un puñado de votos lo respaldaba. Tuvo que recurrir a todos los métodos para hacerse fuerte. Y Moreno fue una pieza importante en aquel ascenso. Pero, con los números de las encuestas en la mano, vale la pena someterse a semejante personaje? Es probable que el ex presidente sienta una deuda de gratitud con él, que se identifique con sus métodos y hasta con sus actos, pero es bastante más inteligente y sabe lo que políticamente le conviene. Si Kirchner pretende reconciliarse con los sectores medios de la sociedad, los modos de Moreno son el peor mensaje.Si el gobierno tolera que un funcionario actúe como el Secretario de Comercio, mucho menos podrá importarle el 82% móvil para los jubilados. Sobre esto, las barreras de contención ya están dispuestas: primero deberá pasar el filtro del Senado, cada vez más estrecho. Ahí hay una media docena de votos que, tarde o temprano, se inclinarán a favor del gobierno. Si eso no sucediera, está el veto presidencial al alcance de la mano. Claro que para eso falta mucho y el temor al costo político de tomar semejante decisión, habría que evaluarlo. De todas maneras, Kirchner guarda un as en la manga que sólo sacará si se ve urgido. Habrá que esperarlo.En su pelea personal con el Grupo Clarín, no dudó esta semana en asestarle otra 'piña'. Fue el Ministro Julio De Vido el encargado de ponerle el moño a la jugada, anunciando la caída del servicio de Fibertel, la empresa que tiene el grupo para brindar servicio de Internet. La reacción fue inmediata. Las dos principales beneficiarias de la medida, Telecom y Telefónica sonrieron: es que el pedazo de torta es bien grande. Un millón de usuarios utilizaban Fibertel y entre ellas podrán repartírselo. Se consumó así otro paso contradictorio: en su lucha feroz contra el Grupo Clarín, el gobierno no hace más que seguir favoreciendo la concentración de prestación de servicios (en este caso Internet) y se expone a otro juicio millonario contra el estado que, de perderlo, no lo pagará Néstor Kirchner de su bolsillo.La medida de caducidad de Fibertel es un eslabón más de una larga cadena. Y se inscribe en la compleja relación que el kirchnerismo tiene con los medios de comunicación y con los periodistas en particular. En su visión, los medios y los periodistas son una presencia molesta en la comunicación directa con la gente. No en vano Néstor Kirchner y ahora Cristina han inmortalizado el atril presidencial desde dónde hablan y contestan lo que quieren. Para su lógica, no hay periodistas independientes, todos responden a determinados intereses que defienden con puntualidad y que suelen estar lejos de la objetividad profesional. Sólo con eso se explica su conflictiva relación con los medios en general y el desprecio tan particular que sienten por los que hacen periodismo.El 82% móvil y la caducidad de la licencia de Fibertel, taparon durante la semana, una noticia de alto impacto y costo político: el aumento de las naftas. El inefable Moreno salió con una resolución tajante a ordenarle a Shell retrotraer los precios al 31 de julio. La petrolera (en la Argentina no tiene pozos sino que sólo refina) deberá retroceder 3 centavos el precio de las naftas. Una tontera, en comparación a lo que han aumentado en los últimos meses: en un par de años el precio del litro de nafta se duplicó y ya está cerca de lo que cotiza en los países limítrofes. La nafta Fangio XXI de YPF está largamente por encima de los cuatro pesos y quebró hace rato la barrera del dólar. Acá también el gobierno juega de acuerdo a sus intereses. YPF tiene el 55% del mercado y es quién impone el precio. Buena parte de sus acciones están en manos de empresarios 'amigos' como Eskenazi y desde hace poco Cristóbal López. ¿Y si prueban hablar con ellos? Claro, a lo mejor no tienen sus números de teléfono.