La alternancia democrática no se merecía esta novela trucha y bizarra

Señales contradictorias de un país que le encanta lo trucho. Si se puede hacer bien, ¿por qué no hacerlo de esa manera? La AFA, la transición y el gabinete de Macri. Podría ser tres para triunfar pero termina siendo menos dos. El 10 de diciembre, ¿cambia algo?La transición que vive la Argentina, inédita para los tiempos que corrieron en los últimos años, podría haberse transitado de otra manera. Al papelón que hizo la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner la semana posterior al balotaje, negándole hasta una foto al electo, siguió el sainete bizarro del traspaso del mando, la jura y la entrega de los símbolos como el bastón y la banda. Al cierre de esta edición el aquelarre llega a tal punto que se distribuirán dos tandas de invitaciones, una del gobierno saliente y otra del entrante, a asistentes especiales y mandatarios extranjeros. Tampoco se sabe bien adónde se hará la entrega, si la Presidenta estará o no y si habrá manifestación 'bi-partita' en las calles el 10 de diciembre.Está claro que la Presidenta no sólo no digirió la derrota, tampoco piensa que ella tenga algo que ver con eso que pasó el 22 de noviembre. Los responsables son Scioli, los gobernadores y en definitiva la gente que no sabe votar y se dejó llevar por los medios de comunicación. Toda su actuación deviene de ese pensar. El miércoles, en la Casa Rosada, los gobernadores electos (entre ellos Bordet de Entre Ríos) no daban crédito ante los gritos de la mandataria, que literalmente castigó a retos a los derrotados. El decreto extendiendo el fallo de la Corte por la coparticipación a todas las provincias, no sólo a las tres que dispuso el tribunal, es otra muestra de ausencia de realidad y deseo de venganza. El propio Aníbal Fernández admitió que el ANSES tendría problemas para pagar las jubilaciones. ¿Por qué se hizo entonces? Ninguno de los funcionarios que resisten su ida, lo hace por decisión propia, todos acatan la orden de la jefa. Suena extraño a algunos de ellos escucharlos hablar de respeto a las normas y a la estabilidad, música nunca grata para los oídos kirchneristas en todos estos años.Ni siquiera el pobre Pallarols quedó al margen de la polémica tonta del traspaso. Desde Ceremonial lisa y llanamente lo apretaron para que enviara el bastón presidencial. Insólito, más allá que después le pidieron disculpas. ¿Es cierto? Sí, es cierto, aunque usted no lo crea. Pero todo se vuelve más raro cuando el accionar de la mayoría de los ministros contradice el mal humor presidencial. Si hasta Kicillof dialogó amablemente durante casi 3 horas con Prat Gay. ¿Qué necesidad de tensar la cuerda?Todavía hoy, a cuatro días del traspaso nadie sabe qué pasará. Adónde se hará, si la Presidenta irá o no y, lo que es peor, qué pasará en las calles adonde todos convocan a marchas a favor y en contra. ¿Quién se hace responsable si alguien se desborda y hay incidentes? ¿Con qué sentido empañar el día de la democracia, en el que un presidente electo por el pueblo le entrega el poder a otro en su misma condición? La alternancia fue, es y será un condimento clave para la estabilidad de las democracias modernas. Permite que nadie se crea el dueño del estado y que nadie se atreva a abusar de él. Al cabo, todos son inquilinos puestos en ese lugar por la soberanía popular.En la cancha se ven los pingos sostiene el dicho. El Presidente electo completó su gabinete y lo presentó en sociedad con una consigna: trabajo en equipo y que nadie meta la mano en la lata. Quizás suenen a consignas vacías, pero lucen robustecidas ante lo que ha pasado en los últimos año y la ausencia de condena, no sólo social sino también judicial ante casos emblemáticos.Macri utilizó el mismo criterio que tuvo en la ciudad de Buenos Aires para conformar su gabinete nacional y se guardó algunas sorpresas. Nadie esperaba la presencia de Patricia Bullrich en Seguridad ni la ratificación de Lino Barañao en Ciencia y Tecnología. El impacto final se lo reservó con el desembarco de Martín Lousteau en la Embajada de Estados Unidos, una jugada a doble banda. No sólo saca un competidor fuerte de la Ciudad sino que suma a un economista de talla en el equipo en un país clave, por las inversiones y las negociaciones con los fondos buitre.El perfil de gestión, lo ratificó en la mayoría de los elegidos. En Economía nadie tendrá todo el poder, salvo el mismo Presidente. Y para una empresa emblemática eligió a una mujer, proveniente de una de las mayores multinacionales del mundo, General Motors. Isela Costantini es otra gran apuesta de la nueva administración.Claro que la asunción pasará con toda su polémica a cuestas, igual que el futuro de Cristina Kirchner, algo que sólo le preocupará a ella y al peronismo. Acalladas las voces y los gritos, la agenda de temas que espera al nuevo Presidenta es abultada. Sobre sale la economía, con todos sus males a cuestas. Las remarcaciones de precios de las últimas semanas representan la bienvenida al nuevo gobierno. Devaluar en este contexto, ¿qué impacto tendrá en los precios y por extensión en los salarios? Es el gran interrogante que el equipo económico macrista deberá resolver con éxito. Devaluar, sin reservas en el Banco Central, ¿no es un riesgo excesivo? Devaluar sin tomar medidas paliativas, que amortigüen el impacto, es otro gran riesgo. El viernes 11 de diciembre se empezará a develar el misterio y la nueva administración empezará a conocer a fondo la herencia de 12 años de kirchnerismo. Pero ya no servirá de nada echarle la culpa al que se fue. El desafío será hoy y ahora.
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