La crisis del agua, fenómeno global
El oeste americano sufre la peor sequía de la historia y en California, una de las zonas más ricas de Estados Unidos, se toman medidas extraordinarias para racionalizar el consumo de agua.La situación no tiene antecedentes. Los científicos afirman que el clima en la región oeste de ese país está cambiando en forma irreversible, producto del calentamiento global.El efecto de esa mutación es la mayor sequía en 600 años. Las consecuencias medioambientales, económicas y políticas del fenómeno ocupan las portadas de los principales medios americanos.El suroeste de EE.UU. -es decir, los estados de California, Nevada, Utah, Colorado, Nuevo México y Arizona- vienen sufriendo crisis periódicas por la falta de agua.Se trata de un área de dos millones de kilómetros cuadrados (cuatro veces España) en la que viven 58 millones de personas (casi tantas como en Italia) y con un producto interior bruto de 3,5 billones de euros (o sea, más que Alemania).La amenaza de una sequía de proporciones pende sobre los casinos de Las Vegas, las sedes de las empresas de electrónica de Silicon Valley, las estaciones de esquí de Utah, y una de las zonas agrícolas más ricas del país (California).Las proyecciones de la NASA son pesimistas, y apunta a 64 millones de personas en peligro de ver sus vidas transformadas por la sequía.Según las estimaciones de ese organismo, la situación será la tendencia habitual en los próximos 40 años, afectará al resto de Estados Unido y se extenderá a México.La única solución posible, según la NASA, sería reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en uno de los países con mayores emisiones contaminantes.El gobernador de California, Jerry Brown, que acaba de adoptar inéditas y duras restricciones al consumo de agua en varias ciudades (reducción del 25%), es uno de los políticos norteamericanos que lidera la lucha contra el cambio climático.El gobierno estadual relaciona directamente la sequía que afecta a California, que ya lleva cuatro años de duración, con el calentamiento global. El órgano regulador del agua en ese estado endureció su política, tras fracasar el año pasado en pedir una reducción de consumo "voluntaria".Los ayuntamientos tendrán que asegurarse ahora de impedir el riego innecesario, una medida que ataca uno de los iconos del estilo de vida del sur de California, como tener césped y piscina en el desierto.El gobierno apuesta por multar con hasta 10.000 dólares a los que malgasten el agua, en tanto que planea cobrar el suministro por tramos, es decir, más cara a quien más consumen.Las medidas han sido criticadas por centrarse exclusivamente en el ámbito urbano. Pero el campo de California es crucial, ya que su valle central aporta la tercera parte de la producción nacional de alimentos.La sequía que afecta a gran parte del oeste de los Estados Unidos es un reflejo, según los científicos, del daño que está causando el cambio climático.La crisis del agua se viene manifestando en otros lugares. Este verano, por ejemplo, fueron noticia las protestas multitudinarias en las calles de San Pablo (Brasil) contra el racionamiento del suministro, medida orientada a paliar la fuerte sequía que azotó al sureste del país.Los críticos, en tanto, hablan de imprevisión de los gobiernos para atender la gestión del agua. Más allá del cambio climático, acusan a los políticos de falta de planeación y mal gerenciamiento del poder público, en un tema tan sensible como la provisión de agua potable a la población.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios