La droga hace estragos en grupos vulnerables

Nueve de cada diez chicos que roban lo hacen para drogarse, según la defensoría de Pobres y Menores de Paraná. Además la mayor presencia de mujeres en las cárceles provinciales se vincula con el tráfico ilegal de estupefacientes.La relación entre drogas y delitos, como se ve, es inocultable y explosiva. Y revela una correlación estrecha entre inseguridad y adicción. El telón de fondo de este maridaje degradante es la pobreza que afecta a grupos vulnerables, como chicos y mujeres.Por cada diez delitos que se cometen, uno es efectuado por un menor. Y entre estos últimos, el 90% lo hace motivado por la droga, explicó Pablo Barbirotto, defensor de Pobres y Menores de la capital entrerriana."El Estado provincial en sus tres poderes tiene que trabajar de alguna forma para prevenir este flagelo que está matando a nuestros chicos y en muchos casos lo está empujando al delito", manifestó el funcionario a El Once TV.Según las estadísticas, "nueve de cada diez chicos que cometen un ilícito tienen que ver con algún tipo de adicciones o cometen el robo o arrebato para cambiar posteriormente por droga", resaltó.Pero se trata de chicos condicionados por los males de la pobreza. La mayoría "no tiene una escolaridad y esto hace que estén sin hacer ninguna actividad y se vuelquen a la droga", sostuvo Barbirotto.Argumentó que "estas situaciones se dan en extrema pobreza o en donde las familias están desmembradas, sus padres no tienen trabajo y tienen a una edad muy breve a sus hijos o están involucrados en las adicciones como ellos".Aseveró que afortunadamente en Paraná no ha habido últimamente un "crecimiento de hechos con violencia extrema, como ha ocurrido en Buenos Aires, gran Rosario o Santa Fe"."Lo que hace falta dentro de la ciudadanía son políticas públicas que contemplen las adicciones y se tomen como una política de Estado, porque es un tema que va a traer cola de acá a unos años", advirtió el funcionario.A todo esto, hace poco trascendió que la población femenina viene en aumento en el sistema penitenciario de Entre Ríos, y esto conectado con el mundo de la droga.Los delitos de orden provincial son pasionales y contra la propiedad, pero se ha observado un incremento en los que tienen relación con la infracción de la Ley 23.737 de estupefacientes, protagonizados básicamente por mujeres.En estos últimos casos "se ha visto mucho la utilización de mujeres como 'mulas', es decir aquellas que transportan estupefacientes y muchas veces lo hacen en cápsulas que se ingieren y tienen un altísimo riesgo, porque si se revientan, muchas veces se mueren", reconoció el procurador general Jorge García.Inclusive advirtió que "normalmente las mujeres son más víctimas que autoras de delitos", y en aquellos casos "son autoras de delito de transporte pero al mismo tiempo víctimas potenciales de esa conducta".Paralelamente, en el país ha aumentado el atraco a las farmacias, de dónde los ladrones no sólo se llevan la recaudación, sino también medicamentos peligrosos.El dato es que se produce al menos un asalto por día a alguna de las 12.000 farmacias que hay en el país. En 5 de cada 10 casos los delincuentes buscan drogas.Y esta tendencia casi se triplicó en los últimos dos años, según estadísticas del Sindicato Argentino de Farmacias y Bioquímicos (SAFYB). El robo de psicofármacos, así, más el hecho de que los chicos y las mujeres cometan delitos motivados por la droga, en un contexto de pobreza, debieran hacernos reflexionar sobre los tremendos efectos sociales que trae aparejado la expansión de narcóticos y sustancias adictivas.