La economía real: signos de parate
Se acumulan los síntomas que revelan que la economía argentina atraviesa un ciclo recesivo. A la caída en las ventas, que impacta sobre todo en las pymes, se suma la afectación de la cadena de pagos. Quedó atrás la época en que los empresarios aceleraban sus compras y se aprovisionaban de materias primas por temor a que el boom de consumo arrasara y los dejara sin mercaderías.Era común entonces que los comerciantes entregasen sus cheques por adelantado a los proveedores con tal de asegurarse los insumos que iban a necesitar.Esos eran tiempos de auge económico. Es decir cuando los niveles de facturación y ventas marcaban récords mensuales. A partir sobre todo de 2012 (con el cepo al dólar instalado), el ciclo se revirtió.Empezó un período en el cual prevalece la idea de estirar los pagos, mientras que se redujo la entrega de cheques por adelantado, por no saber si luego se contará con los fondos suficientes para cubrirlos.La situación se ha ido agravando con el paso del tiempo, en el contexto de una economía más fría. Y ahora el Banco Central (BCRA) acaba de reconocer que los pagos con cheques en octubre por unos 5.300 millones de pesos quedaron incumplidos.De esta manera, la cantidad de cheques rechazados por falta de fondos subió un 36% respecto de septiembre y un 54% respecto de octubre de 2013.Se trata de un nivel de incobrabilidad semejante al que hubo en 2003, cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner. Según los analistas, esta morosidad en el sistema de pagos, en el manejo de las cuentas que hacen empresas, comercios y particulares, refleja la recesión.Las firmas deben enfrentar mayores costos con una facturación en baja, lo cual les genera problemas financieros. Ante la falta de dinero contante y sonante, algunas se financian con emisión de cheques, de los cuales un porcentaje importante es rechazado.Son las pymes las que más sufren la falta de solvencia y la demora en las cobranzas, y por tanto las que más deben acudir al financiamiento a través de cheques.A todo esto, el diario Ámbito Financiero informó ayer, también sobre datos del Banco Central, que entre abril y mayo se cerraron 227.000 cuentas sueldo de los bancos.Según el periodista Ignacio Olivera Doll, el dato parece estar en sintonía con lo que revelan los indicadores del mercado de trabajo a lo largo de este año, donde hasta el propio INDEC reconoce mayor desempleo.Aunque hay muchos motivos por los cuales los bancos pueden resolver abrir o cerrar una cuenta (cambio de trabajo, por ejemplo), los analistas consideran que si hay más cierres que aperturas de cuentas hay problemas en el empleo, sobre todo el formal.Olivera Doll aclara: "En ciclos económicos de expansión, con creación de puestos de trabajo, la cantidad total de cuentas sueldo tiende a aumentar. Así sucedió en el sistema, por ejemplo, desde 2003 a 2008".Los problemas en la cadena de pagos (mayor cantidad de cheques que son rechazados por falta de fondos) como la caída del número de cuentas sueldo en los bancos, revelan que la economía está atravesando un ciclo recesivo, que está impactando severamente en las pymes y en el nivel de empleo.La disminución o contracción del nivel de actividad está afectando básicamente a la economía privada del país, donde operan las empresas comerciales, no gubernamentales o estatales, cuya subsistencia depende del nivel de rentabilidad.
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