La educación técnica y el proyecto industrial
La educación técnica, cuya día se celebra hoy en todo el país, surgió atada al paradigma de la producción industrial elaborado en estas pampas. Subirse a la ola de la revolución industrial equivalía en Occidente, doscientos años atrás, a la modernización. El siglo XIX, acicateado por los progresos de la ciencia y la técnica, instaló el modelo universal de la factoría.Los países "adelantados" eran aquellos estaban en condiciones de producir manufacturas. Las naciones latinoamericanas, que se independizaron de España en ese siglo, entraron a la competencia capitalista en desventaja.Sin una burguesía propia -la clase social que lideró la industrialización- sin tecnología ni capital, sin mano de obra apta, ¿cómo subirse al tren de la modernidad capitalista?Transformar al país mediante la industria y la técnica se convirtió así en el proyecto de una generación aquí y en el resto de Latinoamérica. Había, por tanto, que adecuar el sistema educativo al mundo de la producción industrial. Quien entre nosotros vio esta necesidad fue un gualeguaychuense, Osvaldo Magnasco, quien como ministro de Justicia e Instrucción Pública durante el segundo gobierno de Roca, impulsó numerosas iniciativas en ese sentido.Pero su reforma, una verdadera revolución para la época, fue rechazada. El plan Magnasco buscaba un cambio de rumbo en la enseñanza en las direcciones prácticas, acorde con la pretensión de un país que necesitaba industrializarse.En el mensaje donde da a conocer su reforma de la enseñanza media, en 1900, se lee: "Habrá que desviar enérgicamente los estudios de los rumbos tradicionales, torcer paulatinamente su dirección, violentar inclinaciones facticias profundamente arraigadas en la rutina, en la indolencia y en el espíritu facilitario (sic) en que son educadas nuestras generaciones, y destruir al fin, en gran parte, el pesado y anacrónico sistema educacional que nos rige".Jorge Osvaldo Batista, uno de los biógrafos del gualeguaychuense, al evaluar la reforma de éste, comenta: "Al incorporar la educación práctica y técnica en la enseñanza media, se asestaba un duro golpe al carácter rivadaviano, iluminista y afrancesado que caracterizaba a la enseñanza secundaria".Los historiadores coinciden en situar el origen de la educación técnica en 1897, con la creación de la "sección industrial" de la Escuela Nacional de Comercio.La "escuela industrial" fue dirigida por el ingeniero Otto Krause. Basada en el modelo alemán, contaba con un equipamiento tecnológico adecuado y un currículo extraído de los procesos industriales de la época (electricidad, química, construcciones y mecánica).En 1909 y 1910 se crearon las escuelas de Artes y Oficios, en las que se enseñaba carpintería, mecánica y herrería, las cuales en 1946 pasan a la órbita de la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP). En este último año se crea la Universidad Obrera, que daría luego origen a la actual Universidad Tecnológica Nacional (UTN).Se llega así al 15 de noviembre de 1959, cuando con el objeto de unificar las escuelas técnicas se crea el Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET), dando origen a las Escuelas Nacionales de Educación Técnica (ENET).En conmemoración de esta creación se fijó el Día de la Educación Técnica en Argentina.Este tipo de enseñanza, cabe resaltar, existe en consonancia con la aspiración de aportar mano de obra calificada (técnicos, ingenieros y demás) a un aparato económico que incorpora valor agregado a la producción. Es decir, está atada a la idea de un país industrial.
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