La Gran Deuda
Por monseñor Jorge Lozano* OpiniónEl Diccionario de la Real Academia dice que la palabra "deuda" significa "obligación que alguien tiene de pagar, satisfacer o reintegrar a otra persona algo, por lo común, dinero. Obligación moral contraída con alguien".En esta definición hay tres elementos: dos sujetos (uno que debe a otro) y un objeto (aquello que se debe o adeuda).En un documento de la Conferencia Episcopal Argentina los Obispos escribimos: "La gran deuda de los argentinos es la deuda social. Podemos preguntarnos si estamos dispuestos a cambiar y a comprometernos para saldarla. ¿No deberíamos acordar entre todos que esa deuda social, que no admite postergación, sea la prioridad fundamental de nuestro quehacer?". (Afrontar con grandeza nuestra situación actual, 11 de noviembre de 2000.)No se trata solamente de una cuestión económica para que cierren los números. Es antes que nada un problema moral, que afecta a la dignidad del deudor y del acreedor. De esos "elementos" que nombrábamos en la definición del inicio.La dignidad del acreedor es afectada porque se le quita lo que necesita para vivir humanamente y le corresponde por derecho.La dignidad del deudor es afectada porque no trata al otro como hermano. Lo que se debe no es una silla o un libro que se pidió prestado, sino la posibilidad de acceder a los derechos humanos elementales: educación, salud, vivienda, alimentación. Todos derechos que hacen a la dignidad humana.¿Y qué es lo digno? Lo que merecemos, lo que nos corresponde por condición o mérito. Lo contrario nos sumerge en espacios que deslucen nuestras virtudes y valores. Para pensar, ¿verdad?.Compartamos algunos conceptos del cardenal Bergoglio sobre el tema: "la 'deuda social' son millones de argentinas y argentinos, la mayoría niños y jóvenes, que exigen de nosotros una respuesta ética, cultural y solidaria. Esto nos obliga a trabajar para cambiar las causas estructurales y las actitudes personales o corporativas que generan esta situación; y a través del diálogo lograr los acuerdos que nos permitan transformar esta realidad dolorosa a la que nos referimos al hablar de la 'deuda social'".(...) "Para la Iglesia es esencial tratar el problema de la deuda social porque el hombre, y en particular los pobres, son precisamente el camino de la Iglesia porque fue el camino de Jesucristo".1Y que la Gran Deuda no se vaya convirtiendo silenciosamente en la Gran Duda que nos haga recelosos unos de los otros y nos impida confiar. Sabemos con certeza que la construcción colectiva de soluciones propositivas es imposible si no confiamos en nosotros, los hermanos que vivimos y amamos nuestra Patria.Por eso este camino que une al Bicentenario del 25 de Mayo de 1810 con el del 9 de Julio de 1816 debemos proponernos como prioridad nacional erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral de todos, sin que nadie quede afuera o se caiga del proyecto. Anhelamos celebrar el Bicentenario en Justicia y Solidaridad. Será posible si crecemos en compromiso por nuestros hermanos más pobres y excluidos.1. Conferencia inaugural del cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j., en el Seminario sobre "Las Deudas Sociales", organizado por ÉPOCA. Buenos Aires, 30 de septiembre de 2009. * Obispo de Gualeguaychú y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social
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