MÉTRICAS FINANCIERAS
La guerra arancelaria global de Trump: ¿Cómo impactará en el RCI de las empresas?
La guerra arancelaria global que ha iniciado Donald Trump tendrá, sin duda, profundas implicaciones en la economía mundial, afectando diversas métricas financieras de las empresas, incluyendo el Beneficio Antes de Intereses e Impuestos (EBIT) y el índice de cobertura de intereses (RCI). Si bien, inicialmente, las grandes corporaciones y empresas importadoras serán las primeras víctimas, no cabe duda de que a mediano plazo impactará también al resto de las empresas, independientemente de su actividad y tamaño, pues las cadenas de suministros globales sufrirán alteraciones.
Entendiendo el EBIT y el Índice de Cobertura de Intereses empresarial
Antes de adentrarnos en el tema, resulta conveniente indagar un poco sobre el significado de estas importantes métricas empresariales. El EBIT es una métrica que mide la rentabilidad de una empresa, aunque excluye los gastos por intereses e impuestos sobre la renta. Proporciona información sobre la eficiencia operativa de una empresa y es un componente crucial para evaluar su salud financiera. Por su parte, el índice o ratio de cobertura de intereses indica la facilidad con la que una empresa puede pagar los intereses de su deuda pendiente. Un índice más alto sugiere una mayor estabilidad financiera, mientras que uno más bajo puede indicar posibles dificultades para cumplir con las obligaciones de deuda.
La influencia de la guerra arancelaria en el EBIT
La guerra comercial global que está emprendiendo la administración Trump, caracterizada por la imposición de aranceles, está impactando significativamente el EBIT de muchas empresas. Los aranceles incrementan el costo de los bienes importados, lo que puede generar mayores costos de producción para las empresas que dependen de materiales extranjeros. A medida que las empresas enfrentan mayores gastos, su EBIT puede disminuir, lo que significará una menor rentabilidad. Así, tenemos que el arancel promedio sobre las importaciones aumentará drásticamente, del 2,5 % en 2024 al 20 %, si llegasen a entrar en vigor las recientes imposiciones arancelarias. Esto implica que será el nivel más alto desde 1933, además de que pudiese afectar el PIB de EE. UU. Esto dará como resultado menores ventas y rentabilidad para muchas empresas, en particular las de los sectores manufactureros y minoristas, que dependen en gran medida de los bienes importados. A medida que disminuye el EBIT, las empresas pueden encontrarse en una posición precaria en cuanto a su capacidad para cubrir los gastos por intereses.
Incertidumbre económica y sus efectos
La incertidumbre en torno a esta nueva guerra comercial ha creado un entorno desafiante para las empresas. Con altos aranceles, las empresas se enfrentarán a mayores costos y condiciones de mercado inestables. Esta incertidumbre reduciría la confianza y el gasto del consumidor, lo que impactará aún más las ventas y, en consecuencia, el EBIT y el RCI.
Aumento de los tipos de interés y los costes de financiación
Otro factor crítico a considerar es la posibilidad de que suban los tipos de interés como resultado del aumento del endeudamiento público para compensar el impacto económico de la guerra comercial. El aumento de los aranceles puede generar un aumento de los ingresos federales, pero también contribuye a un creciente déficit fiscal, lo que podría llevar al gobierno a subir los tipos de interés para controlar la inflación y los niveles de deuda. A medida que aumentan los costes de financiación, las empresas podrían enfrentarse a mayores gastos por intereses, lo que reduciría aún más sus ratios de cobertura de intereses. Si el EBIT disminuye debido al aumento de los costes y la disminución de las ventas, y los gastos por intereses aumentan, el ratio de cobertura de intereses podría descender a niveles que indiquen dificultades financieras.
Impactos sectoriales
Los diferentes sectores experimentarán distintos grados de impacto en esta guerra arancelaria. Es probable que las industrias con alta dependencia de las importaciones, como la manufactura, la automotriz y la tecnología, experimenten descensos más significativos en el EBIT debido al aumento de los costos derivados de los aranceles. Por ejemplo, el sector automotriz se ha visto particularmente afectado por los aranceles al acero y al aluminio, lo cual ha elevado los costos de producción y reducido los márgenes de beneficio. Por el contrario, los sectores que pueden trasladar los costos a los consumidores o aquellos que se abastecen principalmente de materiales a nivel nacional podrían obtener mejores resultados. Sin embargo, incluso estos sectores no son inmunes a los impactos económicos más amplios de la guerra comercial, ya que la reducción del gasto de los consumidores afectará la demanda general.
Implicaciones a largo plazo para la salud financiera
Las implicaciones a largo plazo de la guerra comercial sobre el EBIT y los ratios de cobertura de intereses podrían ser profundas. Las empresas que no se adapten a este complejo panorama podrían encontrarse en una situación financiera precaria. Un descenso sostenido del EBIT puede ocasionar ratios de cobertura de intereses más bajos, lo que afectará la calificación crediticia de una empresa y aumentará aún más los costos de endeudamiento. Además, a medida que las empresas afrontan estos desafíos, podrían verse obligadas a tomar decisiones difíciles, como recortar costos, reducir la plantilla o incluso reestructurar la deuda. Estas medidas pueden tener efectos en cascada sobre su capacidad operativa y su viabilidad a largo plazo.