La importancia de la la música y la danza
En varios países se potencian las clases de música y danza, a través de ayudas y subvenciones. Y esto por la elevación cultural y ética que esas artes aportan a la sociedad en su conjunto.En Japón, Canadá, Alemania y Francia, por ejemplo, el sistema educativo privilegia la educación musical de las nuevas generaciones. No se busca primariamente que los chicos y chicas salgan músicos profesionales.No obstante se les enseña la práctica de un instrumento, como el trombón, la flauta o el piano. La idea pedagógica detrás es que la música tiene un extraordinario poder para producir placer y felicidad a quienes la ejercitan.Pero también hay estudios que demuestran que allí donde se la practica el rendimiento escolar de los alumnos en otras disciplinas mejora. Además se eleva su nivel de confianza y ambición y su capacidad de empatía hacia los otros.Algo similar ocurre con la danza por ejemplo en Alemania, patria de grandes coreógrafos, donde se ha creado una red federal llamada "Tanz in Schulen" (Danza en las Escuelas).En ese país, bailarines, coreógrafos y otros artistas colaboran con los maestros de todos los niveles para desarrollar proyectos que acerquen la danza a los alumnos y estimulen su capacidad de improvisación y su creatividad.Los estudios llevados a cabo en Alemania revelan que la danza, al igual que ocurre con la música, mejora el rendimiento general de los alumnos, a quienes motiva y ayuda a concentrarse.Pero también bailar es un vehículo notable para la alteridad, para relacionarse con personas de otras etnias y culturas. Esto es algo prioritario en una sociedad como la europea, que se ha vuelto multirracial (la presencia turca en Alemania, por ejemplo, es muy fuerte).La danza contribuye a una mejor integración de los escolares de distinto origen, y a la interrelación de personas de distintas generaciones: así, es común la práctica de juntar a niños y ancianos en las mismas clases.La danza y la música vinculan a gente muy diferente. En cualquier pueblo del mundo, un baile o una fiesta invita a los habitantes a bailar, pero también a conocerse y a expresar la alegría juntos.La música ha formado siempre parte de la educación cultural del ser humano. Para los griegos antiguos, según el filólogo alemán Werner Jaeger, constituía algo esencial en la "paideia".Con ese nombre los griegos se referían a la "formación" de las nuevas generaciones. La educación, así, tenía una función de modelaje sobre la base de una idea integral del hombre.Comentando a Platón y Protágoras, Jaeger escribió: "La armonía y el ritmo de la música deben comunicarse al alma para que, a su vez, ésta se vuelva armoniosa y obedezca a las leyes rítmicas"."La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo", señaló Platón. El arte musical ha marcado la vida del hombre a lo largo de todo su trayecto. En la religiosa Edad Media, por ejemplo, sobresalió el canto gregoriano, utilizado en la liturgia.Desde su nacimiento la música cristiana fue una oración cantada, con arreglo a aquel principio anunciado por San Agustín según el cual "el que canta bien, ora dos veces".El lenguaje universal de la música ha tenido fervientes admiradores. El filósofo Friedrich Nietzche confesó que sin ella "la vida sería un error", en tanto que uno de sus cultores notables, Ludwig van Beethoven, opinó que "la música es una revelación mayor que toda la sabiduría y la filosofía".
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