La importancia de la vuelta de la Fragata
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La vuelta de la Fragata Libertad generó en la última semana un hecho de mucha importancia tanto mediática como en la opinión pública. Por esa razón es interesente reflexionar sobre algunos aspectos de este acontecimiento.Juan Pablo Castillo*En primer lugar, respecto a su significado político, y además como una cuestión de política interna e internacional.Las disputas que en materia de comercio y relaciones internacionales estamos inmersos como país son sumamente complejas y muchas veces ambivalentes, pero no obstante, sí podamos trabajar algunas cuestiones e ir tomando alguna dimensión sobre el significado real que implica haber podido hacer regresar la fragata.En estos días hemos visto como se ha poblado en algunos medios de comunicación los embargos hacia algunos bienes de nuestra Nación. Pues bien, creemos que la puja por estos embargos no se produce por una desprolijidad administrativa o de una mala gestión de nuestros recursos, sino por el contrario, lo importante es notar que tienen un anclaje en la crisis de organización financiera y económica que están sufriendo los países del norte.Los problemas para detener un circuito de gastos fijos desorbitantes y su dificultad en la recaudación tanto impositiva como para reconstruir un sistema productivo local - estamos hablando de EEUU y los principales países Europeos - termina forzando a este tipo de acciones, embargos o mejor dicho manotazos de ahogados con tal de recaudar y tapar agujeros en sus economías.Según el economista Joseph Stiglitz, estos sistemas económicos basados en la emisión monetaria sin un desarrollo productivo que acompañe ese circuito torna inevitablemente inestable sus indicadores económicos, dado que sostenerlo requiere - tal como lo han venido haciendo - seguir incrementando el consumo y la emisión de dinero, que tal como vemos, termina generando un cuello de botella o circulo vicioso que dificulta su superación, dado que la mayor parte de la producción que alimenta ese consumo no se encuentra en el mismo país de origen, sino por el contrario, en los países asiáticos que cuentan con una mano de obra sumamente barata. No obstante, siguiendo la línea de pensamiento de este economista, resulta llamativo entender como un problema financiero - basado en la especulación financiera, esto es, emitiendo dinero que genera solamente más dinero y no productos o bienes - pueda ser resuelto mediante el mismo mecanismo que lo generó.Haciendo un poco de memoria, en los años noventa pudimos ver de cerca este funcionamiento de altos niveles de consumo y poca producción nacional, que por supuesto significó vivir diez años por sobre nuestras posibilidades reales de sostener ese consumo, quedando al descubierto esa cáscara vacía que era el entramado productivo una vez que la plata que alimentaba ese circuito había desaparecido.Pasando esto último en limpio, vemos que el círculo de emisión de dinero (dólares) para financiar el consumo propio y la producción en países con niveles de consumo prácticamente nulos en términos de bienes y servicios como los países asiáticos propio de los últimos años de neoliberalismo mundial está entrando en una etapa de fuerte cuestionamiento.Las crisis que atravesamos a fines del Siglo XX y principios del Siglo XXI los países de Suramérica fue la salida a este circuito. Por supuesto que nuestra incidencia en el comercio mundial en esos años era muy baja, lo que nos permitió superarla rápidamente y poner en marcha un sistema productivo nacional capaz de sostener un crecimiento controlado y comenzar a tomar decisiones en materia económica y política con cada vez mayor grado de autonomía. Con lo que significa poder seguir descubriendo un mundo nuevo sin ningún tipo de tutela cargado de nuevas oportunidades y negocios como las que traen aparejado los países del resto de Suramérica y el Caribe, Asia, África y Medio Oriente.Por eso nos encuentra este escenario en un momento inmejorable dado que la dependencia de este circuito entre producción y consumo entre los EEUU y la principal potencia asiática como es China aún continúa dado que no está resuelto ese desenlace, en la medida que gran parte de la deuda pública de EEUU está en manos del gobierno Chino.Ahora bien, la complejidad del nuevo escenario que se abre no es el hecho de que China posea sus títulos públicos, sino la política adoptada por el gobierno chino de tomar el camino de la expansión y el crecimiento - teniendo en frente a la principal potencia militar - Claramente vemos que es un equilibrio para nada sencillo.En definitiva, la vuelta de la Fragata cristaliza de alguna manera este momento histórico que estamos viviendo, el de la posibilidad de seguir avanzando como Nación libre y soberana con plena capacidad de tomar decisiones. Pues bien, también es de una oportunidad inigualable de seguir construyendo y consolidando nuestra capacidad productiva sin tener que pedir permiso para producir y consumir. Y lo que significa es que depende de nosotros el poder hacerlo, dado que si nuestro análisis es correcto, el hecho de haber podido superar el embargo responde al fin de una hegemonía en las relaciones internacionales por parte de EEUU, esto es, va quedando demostrado que la unilateralidad está dando lugar a la multipolaridad de vínculos comerciales dado que un nuevo equilibrio mundial se va consolidando cargado de nuevos países que también tienen el derecho de expandirse y ser parte de las discusiones globales. Por eso mismo, tanto como país, pero sin lugar a dudas como bloque económico (MERCOSUR) y político (UNASUR) estamos en condiciones de superar nuestra histórica condición de país dependiente y estar corriendo siempre detrás de la pelota y por el contrario, ser parte de las naciones más avanzadas del mundo. *Sociólogo
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