La limpieza es clave, mientras no se exagere
Obsesionarse con la higiene puede conllevar riesgos, paradójicamente, para la salud. Por un lado desarrollar un trastorno de ansiedad que se basa en pensamientos y hábitos repetitivos; y por otro generar ámbitos que debiliten el sistema inmunológico.La Hipótesis de la Higiene, recién elaborada por un grupo de científicos norteamericanos, postula que los ambientes ultralimpios y la falta de exposición a bacterias y otros agentes infecciosos podrían disminuir las defensas del organismo.Los productos usados erróneamente, en exceso o de forma casi obsesiva, pueden hacer que dicho sistema inmunológico se vuelva perezoso, al no poder ejercitarse por falta de agentes contra los cuales defenderse.La primera evidencia científica de esta hipótesis fue obtenida por un grupo de médicos del Brigham and Women's Hospital de Boston, según consigna la prestigiosa revista Science.Cabe aclarar que desde hace tiempo se sabe que así como las máquinas se desgastan, los organismos vivos aumentan su capacidad de adaptación cuanto más usan sus órganos.Hipócrates, el maestro griego de la medicina, varios siglos antes había dicho que "lo que se utiliza se desarrolla, lo que no se utiliza se atrofia". Se trata de un principio general aplicable a todo el cuerpo humano.El hombre, en tanto ser bípedo, llamado al movimiento, necesita actividad física. La falta prolongada de ella, conocida como sedentarismo, incide en las funciones orgánicas, que comienzan a deteriorarse.Si por una fractura, por ejemplo, se inmoviliza una pierna, al cabo de unas semanas ésta habrá perdido buena parte de su masa muscular y casi toda su fuerza, lo que obligará a un proceso de rehabilitación.De igual manera, si el sistema inmunológico, llamado a lidiar con microorganismos, bacterias, virus y parásitos, no realiza normalmente su actividad, porque un entorno ultralimpio se lo impide, tiende a debilitarse.Se llaman domisanitarios aquellas soluciones o preparaciones destinadas a la limpieza, lavado, odorización, desodorización, higienización, desinfección de ambientes en el hogar.La lista de esas soluciones es interminable: detergente líquido, lava vajillas, detergente en polvo, jabón en polvo, acondicionador de ropa, apresto, prelavado, cera y lustrador de pisos y muebles, aromatizante de ambiente, agua lavandina, repelente de insectos y raticida, entre otros.La Hipótesis de la Higiene sugiere usar estas cosas, pero en su justa medida. No sólo por la peligrosidad de los productos de limpieza -un exceso de desinfección puede generar un ambiente químico que afecte a las personas- sino porque puede afectar el normal funcionamiento del sistema inmunológico.Por el lado de la salud mental, existen comportamientos o actos mentales repetitivos que la psicología engloba bajo la patología del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).Es una conducta recurrente causada por una obsesión al cumplimiento de ciertas reglas o formas estereotipadas de conducta, que la persona debe seguir estrictamente según su criterio y que ocasionan por lo general una pérdida de tiempo y calidad de vida importantes.Las obsesiones pueden relacionarse con la higiene. Es un trastorno de ansiedad muy angustiante, por el cual una persona se encuentra inmersa en un sistema de ideas, pensamientos y conductas recurrentes.El sujeto que lo padece suele manifestar distintas conductas persistentes. Cuando llega a un lugar, por caso, es llevado a lavarse las manos y limpiar todo lo que está a su alrededor. Al mismo tiempo siempre está pendiente de los microbios y siente que le invaden.
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