La mediocridad en la sociedad
El hombre mediocre pone trabas, es ignorante y rechaza la educación y el cambio, impide el ascenso de los individuos valiosos, la mediocridad es un arma peligrosa, busca igualar a todos para abajo, de tal modo que él se sienta cómodo, sin exigencias y menos mentales. Por Guillermo Pellegrini *Opinión Si todos se ríen él se ríe, si todos lloran él llora, esta lleno de bajezas y prejuicios, opina lo previsible, repite cosas sin ningún fundamento y considera que su verdad es la única valida y verdadera.Hoy se puede hablar de todo sin decir nada, todas las responsabilidades se diluyen en la reunión trivial y efímera. Es el retorno de los sofistas, un parloteo vano y el decir lo mismo de manera diferente, produciendo conversaciones aburridas que se adueñan de la reunión y lo gracioso es que el interlocutor se cree lo que dice.Da lo mismo hablar sobre salud, economía o geopolítica. Instalados en la mediocridad es cuestión de emitir algún sonido, gesticular un poco y decir algunas frases, sin saber su significado. No importa cuál es el problema, el lorito repetidor está en condiciones de emitir un juicio y aportar una solución. Hay que tratar de exigirse un poco más y pensar en recuperar la conciencia critica y generar alternativas que permitan salir de la actitud sumisa; es lo mejor contra la mediocridad.El carácter no se forma solamente con un título, se hace día a día experimentando cambios, ideas, experiencias y capacitación. Es la actitud lo que determina su posición y respeto en la sociedad y recordemos que el carácter es lo que somos y la conducta es lo que hacemos.El título es como un adorno de la profesión, (mas allá de lo que le costó) lo importante además de tenerlo es saberlo utilizar, si tiene verdadera vocación; pero lo que interesa es que sea un profesional ético y trabajador, que sepa lo que se debe y lo que no se debe hacer, no solamente correr detrás del éxito material.Que la sociedad lo valorice por lo que es y no por lo que tiene, el vive en comunidad, que no lo olvide y debe devolverle a la sociedad, al menos parte de lo que la sociedad le brindó y le permitió ser, sobretodo los que asistieron a escuelas y universidades públicas, irrestrictas, libres y gratuitas, ya que la sociedad le pagó los estudios, sobre este punto se debe insistir es una parte de la responsabilidad social empresaria.Recordemos a José Ingenieros, médico, filósofo, ensayista crítico, italo-argentino, antiimperialista, uno de los fundadores del socialismo y protagonista de la reforma universitaria. En 1913 publica su libro "El hombre mediocre" y nos dice "El hombre mediocre es incapaz de usar su imaginación para concebir ideales que le propongan un futuro por el cual luchar"."De ahí que se vuelva sumiso a toda rutina, a los prejuicios y se convierta en parte de un rebaño o colectividad, cuya acciones o motivos no cuestiona, sino que sigue ciegamente. El mediocre es dócil, maleable, ignorante, un ser vegetativo, carente de personalidad, contrario a la perfección, solidario y cómplice de los intereses creados que lo hacen borrego del rebaño social. En su vida acomodaticia se vuelve vil, escéptico, cobarde y envidioso. Los mediocres no son genios, ni héroes, ni santos". Problema ético Para Ingenieros la mediocracia representa un problema ético y político. Por medio del mismo se pretende establecer una categoría que permita dar cuenta de un sistema de gobierno malo. Es el desinterés por los valores patrios y por el esfuerzo intelectual. Describe el caos causado por los grupos de dirigentes corruptos e ineficientes, que ocasionan un daño a la nación por sus avaricias y excesos. Nos dice que la mediocracia es una situación real que la encontramos en los gobiernos Latinoamericanos.Para José Ingenieros la mediocracia no es un concepto, es un gobierno que va de lo medio a lo malo, pero nunca a lo mejor, es producido por dirigentes caprichosos que traban y complican todo intento de mejora arrastrando a las sociedades a la más triste de las decadencias. Como dijimos en la columna anterior el hombre Latinoamericano no espera nada de los gobiernos ni de los partidos políticos.Esta históricamente solo, las naciones entran en penumbras y decae su desarrollo. Es cuando los pueblos se encuentran perplejos y desconcertados por redes de corrupción y un incremento exponencial de pobreza y delincuencia. No es solo el argumento económico el que explica las causas del subdesarrollo de un estado, son también estos vicios propios de una mediocridad, que generan un total hundimiento de las sociedades latinoamericanas.* Maestro Normal - Lic. En Ciencia Política
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios