La mirada de los otros que incomoda
El juicio del otro funciona a veces como espejo en la construcción de la identidad. La conciencia de sí de un país no puede obviar, en este sentido, las reacciones que provoca en los extranjeros.Se podría decir que hay una Argentina inventada por los nativos, en términos de lo que ellos creen de sí mismos. Y la Argentina reelaborada por la mirada de los extranjeros.En el cruce de estas dos perspectivas se construye la identidad. A veces, los pueblos viven en el autoengaño, al hacer de defectos virtudes. Por ejemplo, la fanfarronería y la costumbre de culpar siempre a los demás, es lo que los argentinos traducen por "orgullo nacional".Este nacionalismo berreta ha sido captado con lucidez por los extranjeros, cuya irónica mirada es implacable. "El mejor negocio del mundo es comprar un argentino por lo que vale, y venderlo por lo que cree que vale", se ríen.No hay dudas de que Diego Maradona es "nacional y popular". Cuando el gobierno K lo pondera como símbolo de la argentinidad no se equivoca. El ídolo resume las aspiraciones de sus adoradores, a los cuales retrata.Sus palabras soeces en Montevideo, enmarcadas en la arrogancia propia del guapo de barrio, no son exabruptos. Lo pintan tal cual es. Además, reflejan un estado de alma del país.Porque la vulgaridad y el resentimiento son marcas culturales que atraviesan otros ámbitos, sobre todo el de la política. Estamos en presencia, en realidad, de un modelo mental vernáculo.La reacción de los extranjeros no se hizo esperar. El planeta se hizo eco de las groserías del director técnico, al cual obviamente criticaron. En España, por ejemplo, el diario El Mundo escribió:"La Argentina no sentó en el banco de su selección a un entrenador. Sentó a un ícono nacional, el Diego, como si lo hubiera hecho con Gardel o Evita. Un personaje edificado sobre las contradicciones entre su talento y la carencia de mecanismos para soportarlo. Un caso, incluso, para un estudio sobre psicología colectiva, puesto que muchas de sus contradicciones personales caminan en paralelo a las de un país detenido".En un blog del mismo diario se lee: "(La Selección) Argentina es una especie de manicomio, gobernado por un loco futbolístico que insulta al mensajero (periodismo)".Mientras tanto, los extranjeros no se privan de hacer juicios hipercríticos sobre la Argentina en otros planos. "Es la tierra de las oportunidades perdidas", dice un duro editorial del diario Financial Time.El conservador medio británico, días atrás, al hacer un repaso de las políticas económicas que tuvo el país a lo largo de la historia, lo califica de "defaulteador serial"."La Argentina es un rompecabezas complicado. Fue una tierra de oportunidades, tan prometedora como los Estados Unidos, pero en cambio, quedó sumida en el estancamiento relativo", asegura el matutino.En los '90, el país optó por el cambio fijo con el dólar. "Atarse al mástil hizo maravillas, mientras que la vela era suave, pero también fue una trampa mortal", historió al explicar que el experimento terminó en fuga masiva de capitales.El diario recordó que poco después del default de 2001, el ex presidente Néstor Kirchner ordenó pagar la deuda con el FMI "con aires de liberación".El modelo K ha funcionado "con la ayuda del auge de los commodities", pero hoy resulta que la carga de la deuda pública argentina "es casi insoportable", ya que alcanza al 45% de su producción, mientras se verifican "los ataques del Tesoro" a las arcas públicas, como la Anses."América del Sur necesita con urgencia un buen liderazgo regional, pero la Argentina apenas puede gobernarse a sí misma", gatilló el Financial Time.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios