EDUCACIÓN
La ola polar expuso el deterioro y los problemas edilicios de las escuelas

Las bajas temperaturas de esta semana profundizaron una problemática histórica: la falta de inversión y mantenimiento en infraestructura escolar. Un relevamiento en más de 30 instituciones reveló que casi 3 de cada 4 no tienen calefacción y que la mayoría presenta instalaciones eléctricas y aberturas en condiciones regulares o malas.
La ola polar de esta semana la sufrieron todos los vecinos, pero en especial los más chicos, que tuvieron que concurrir a clases en escuelas que tienen muchos problemas edilicios. Por fortuna, las vacaciones de invierno llegan justo a tiempo, aunque de no cambiar las condiciones del clima, los inconvenientes retornarán nuevamente el 21 de julio.
En primer lugar, lo más importante es conocer a qué se exponen los chicos y adolescentes con estas temperaturas. Según los especialistas, la exposición a temperaturas muy bajas no es buena, ya que puede exacerbar problemas respiratorios previos, principalmente el asma, lo cual aumenta el ausentismo. Por otro lado, hay mayor riesgo de contagio de enfermedades infecciosas: el frío y la mala ventilación y la concentración de personas hace que los resfríos se contagien más seguido, entonces los alumnos se enferman más.
En resumen, concurrir a clases en lugares con malas condiciones edilicias y temperaturas extremas agrava las enfermedades crónicas, aumenta los contagios de infecciones respiratorias (gripe, neumonía y bronquitis, por ejemplo) y genera menor posibilidad de concentración, lo que afecta el rendimiento escolar.
Las condiciones edilicias relevadas por Agmer
Según el relevamiento que realizó el gremio de los docentes en Gualeguaychú en más de 30 instituciones del Departamento Gualeguaychú, el 73,5% no cuenta con calefacción, y el resto que sí tiene, se calefacciona con energía eléctrica, a pesar de que las instalaciones están en “pésimas condiciones”.
En este contexto, más del 90%de las escuelas no cuentan con instalación de gas natural ni calefactores. Los únicos casos excepcionales que tienen, sólo tienen artefactos en la cocina o en el comedor.
En cuanto a las instalaciones eléctricas, 6 de cada 10 escuelas no tienen posibilidades de enchufar estufas en todas las aulas; el 91,2% de las instalaciones fueron calificadas como regulares o malas y sólo un 8,8% tiene buenas instalaciones. El 61,8% respondió que no hay ningún tipo de calefacción eléctrica en toda la escuela, mientras que un 29,4% cuenta con estufas funcionando en algunos espacios, y sólo un 6% tiene calefacción eléctrica en la mayoría de los ambientes. Ninguna de las escuelas relevadas respondió que tiene calefacción en la totalidad del edificio.
Además, las instalaciones eléctricas fueron calificadas como “deficientes, antiguas, insuficientes, precarias, riesgosas o peligrosas” y en algunas también señalaron que es habitual que se corte la luz.
Al respecto de las aberturas, el 85,3% las calificó su estado como malas o regulares. En más del 40% no cierran bien y en casi el 30% de los casos señalaron que se filtra el aire frío por puertas y ventanas. Algunas también señalaron que tienen vidrios rotos, que se tapan con cinta o cartón.
Finalmente, desde Agmer señalaron el impacto en el proceso de enseñanza y aprendizaje. “Absolutamente todas las respuestas coinciden en el impacto negativo que tiene estas condiciones para que los alumnos puedan aprender y para que la docencia pueda enseñar. Por eso exigimos a las autoridades provinciales y departamentales que arbitren las medidas necesarias”.
En diálogo con Ahora ElDía, la directora de la Departamental de Escuelas de Gualeguaychú Natalia Báez sostuvo que “la posibilidad de afrontar inclemencias climáticas, como fue la ola de calor a fines del año pasado y la ola de frío de esta semana, depende mucho de las condiciones de infraestructura que tengan las escuelas. Es de público conocimiento que, por la falta de mantenimiento, no son las mejores: tenemos en muchos establecimientos sistemas eléctricos y sanitarios en mal estado y dificultades en el acceso al agua. A esto se suman problemas en techos, filtraciones, aberturas que se deberían cambiar y humedad”.
En un contexto donde las condiciones edilicias de las escuelas afectan gravemente la salud y el rendimiento académico de los estudiantes, la situación se vuelve insostenible. La falta de calefacción y las deficiencias en la infraestructura no sólo exponen a los alumnos a enfermedades respiratorias, sino que también dificultan su concentración y aprendizaje. Durante las próximas semanas, el receso invernal permitirá que los establecimientos permanezcan cerrados y sin actividad, lo que podría facilitar la realización de tareas de reparación y mantenimiento pendientes. Sin embargo, por el momento no se han anunciado intervenciones concretas que permitan revertir las falencias estructurales, por lo que la situación edilicia de las escuelas se mantiene como un tema abierto.