La pauperización de la docencia

Un relevamiento de AGMER en el departamento Paraná, muestra un alto nivel de pauperización de los docentes y sus familias, a partir sobre todo de los magros salarios que cobran.Acaso la medición del sindicato docente refleje la condición de la mayoría de los maestros de la provincia. En función, sobre todo, de la transversalidad del "malestar docente" que hay en Entre Ríos.La estadística indica que el 82% de este sector no accede con sus salarios a cubrir alimentos, vivienda, vestimenta, salud, educación y servicios. Hay un dato llamativo: el 52% de los docentes es único sostén de familia.Pero el resto, con su sueldo, "conforma más del 60% del ingreso total familiar". Corolario: aquí el salario determina la condición social del grupo familiar."Del 100%, más del 50% percibe menos de 2.000 pesos, y de ese porcentaje, el 55% es maestro de primaria, y el resto son profesores de secundaria; un 10% de superior, con hasta 24 horas cátedras, y una antigüedad de 5 años", señala el documento que publica ayer El Diario de Paraná.La baja remuneración -el piso salarial mínimo para un maestro de grado sin antigüedad está hoy en Entre Ríos en 1.490 pesos- impide a muchos acceder a la vivienda propia.El sondeo muestra que el 58% de los docentes no posee vivienda. Hay una correlación lógica entre esta carencia y el hecho de que más de la mitad de los docentes sean jefes de hogar.Se calcula, incluso, que el 15% ni siquiera puede acceder a los planes oficiales, que instrumenta el IAPV, porque sus ingresos están por debajo de los 2.100 pesos que exige ese instituto como requisito.Por otro lado, la situación salarial es tan penosa que el 23% de los docentes consultados desea conseguir otro empleo para llegar a fin de mes. Con lo cual se mostraron partidarios de la sobreocupación.El 27%, en tanto, es docente taxi: cubre su carga horaria en más de dos escuelas. Además, en algunos casos tienen que poner plata de su bolsillo para trasladarse a lugares lejanos."De los docentes que trabajan a más de 30 kilómetros de su residencia, con lo que perciben por adicional por transporte, dicen, no alcanzar a cubrir el 50% del costo de los pasajes", señala el informe.El sondeo a los docentes, por otro lado, indica que el 43% de los consultados denunció el delicado estado de los edificios escolares, y dentro de ese grupo, la mitad lo calificó de "inseguro y peligroso".La pérdida del poder adquisitivo del salario, las condiciones complicadas en las cuales enseña, la imposibilidad del perfeccionamiento profesional, hacen que los maestros se consideren relegados.Por ejemplo, el 79% de los consultados habló del deterioro en la valoración social y económica del docente. El cuadro global, en definitiva, da pasto para que el gremio docente analice por estos días volver al paro.¿Qué pensaría Domingo F. Sarmiento, cuya figura se recuerda mañana, sobre las actuales condiciones laborales y salariales de los docentes argentinos, y en particular entrerrianos?.Durante la famosa carpa blanca, allá por 1997, cuando el sector manifestó en todo el país por su situación, el historiador Félix Luna fue preguntado sobre el particular."Vista su obsesión, si conociera la salud de la educación argentina, Sarmiento se desmayaría. Los maestros, en su época, eran personajes a quienes se privilegiaba y respetaba; hoy los vemos pidiendo un aumento de sueldo. Pero la crisis se corresponde con otras crisis de otros sectores de la sociedad", respondió Luna.Incluso algunos historiadores se animaron a especular que el sanjuanino, si viviera, apoyaría las huelgas docentes.