La UADER al borde del abismo
Tambalea la UADER. El empujón final se lo dará el Congreso de la Nación si prospera un silencioso proyecto que en el Senado ya tiene dictamen favorable de comisión. Mario Alarcón Muñiz Si algo le faltaba a la Universidad Autónoma de Entre Ríos para redondear el año más tenebroso de su existencia, acaba de aportar lo suyo la Comisión de Educación del Senado de la Nación condenándola a desaparecer. Cierto es que el despacho crea otra casa de estudios, pero la realidad está marcando que se nos quitará a los entrerrianos una institución en pleno crecimiento, además de una herramienta cultural, educativa y de progreso social que la Provincia puede manejar con solvencia.Faltan algunos pasos. Por lo pronto el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) no ha respondido aún a la consulta formulada por el Senado. El dictamen citado debe ser considerado ahora por la Comisión de Presupuesto de la cámara alta. Cumplido ese trámite recién el tema estará en condiciones de ser tratado en el recinto. Si tuviera respaldo -resultado que se descuenta, dada la composición del cuerpo- pasará a la Cámara de Diputados para su consideración definitiva, primero en comisiones, luego en el plenario.Esto quiere decir que el derrumbe no ocurrirá la semana que viene. Pero asimismo indica que aún hay tiempo de evitarlo, siempre que la comunidad entrerriana (legisladores, dirigentes políticos y sindicales, docentes, estudiantes, trabajadores, profesionales, empresarios, organizaciones civiles) actúe en consecuencia. El gobierno provincial no lo hará. El silencio ha sido hasta ahora su refugio en este proceso que él mismo provocó. La cola del diabloLa UADER, creada por ley provincial 9250, de 2000, inició el año pasado su normalización institucional. Se realizaron entonces las elecciones de consejeros estudiantiles, administrativos y graduados. Pero el gobierno provincial interrumpió el proceso a fines de octubre de 2011, reemplazando a la rectora Graciela Mingo por Marino Schneeberger. Estaba pendiente la elección de consejeros docentes que hasta el momento no se ha realizado en razón -se dice- de no haberse completado los concursos de titularidad.La ley nacional 24521 establece un plazo de cuatro años para normalizar las universidades. La UADER lleva doce años en veremos. El compromiso asumido en julio pasado por la conducción de la casa con la comunidad universitaria representada por la Asamblea Interclaustros, consiste en concluir la normalización en diciembre próximo. A partir de allí, todos en paz. Pero ahora apareció esta última novedad del Senado. Como la cola del diablo. A media luz y a media vozEn realidad el asunto no es nuevo. Estaba guardado. Es curiosa cierta coincidencia de fechas. El 30 de noviembre pasado, un mes después de la intervención provincial a la UADER, la entonces senadora Blanca Osuna (ya era intendenta electa de Paraná) presentó un proyecto de nacionalización de la casa de estudios. Casi nadie se enteró. Quien lo supo no le dio mayor trascendencia porque la senadora dejaba su banca y el nuevo rector de la universidad insistía en garantizar la normalización.Más aún, el 8 de mayo último, el ministro de Educación, José Lauritto, en una de las escasas expresiones oficiales sobre el tema, declaró que "este gobierno es normalizador y dialoguista; miramos para adelante en la UADER...somos garantes del sistema universitario".No obstante, la senadora Elsa Ruiz Díaz, reemplazante de Osuna, siguió trabajando la iniciativa en silencio, hasta que la Comisión de Educación produjo dictamen el 26 de setiembre pasado. A tal punto llegó el hermetismo que recién se conoció el despacho esta última semana a raíz de la pregunta de un estudiante por red social al senador Daniel Filmus. Un crecimiento notableEl dictamen -sin consultar a ninguna de las partes interesadas, docentes, estudiantes, etc.,- crea una nueva universidad que se establecerá sobre la base de la UADER, conducida por un rector organizador, quien a su vez coordinará una comisión integrada por representantes del gobierno provincial, la UNER, el CONICET y la UADER. Lo cierto es que los entrerrianos estamos a punto de perder nuestra universidad, porque esto se manejará -qué duda cabe- con los criterios de Buenos Aires y del poder central.A propósito cabe recordar lo que firmaron el 24 de setiembre de 2010 los entonces diputados nacionales Barrandeguy, Viale, Benedetti, Zavallo, Chémez y Alizegui, entre otros: "Es innnnegable que la UADER ha venido a llenar en la provincia, un vacío que las universidades nacionales no cubren. Su oferta educativa se destina a jóvenes entrerrianos privados de la posibilidad de acceder a la educación superior. A ellos les ofrece la oportunidad de emprender estudios universitarios, tendiendo claramente a la construcción de ciudadanía y promoviendo a la vez la idea de una educación compatible con el país federal que organiza nuestra Constitución Nacional." Lo expresaron al fundamentar en conjunto un proyecto de incorporación de la UADER a la distribución de fondos especiales (fuera del presupuesto) que suele beneficiar a las universidades.La UADER ha crecido. Tiene más de 20.000 alumnos y 3.000 docentes. Cubre gran parte del territorio provincial. El desarrollo logrado fue admitido esta semana por el rector Schneeberger. Las universidades nacionales -informó- son 47 y la nuestra está por encima de 23 de ellas, incluida la UNER.Otro detalle: la UADER, su autonomía y su gratuidad, tienen rango constitucional (art.269 de la Constitución Provincial). ¿Qué piensan hacer los legisladores provinciales que necesariamente deben intervenir en esto? ¿Y los jueces si se planteara el caso?
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