La vida es hermosa

Si el embarazo se ha dado sin buscar una vida nueva, ayudar con mucho cariño para fortalecer la opción por la vida.En la niñez y adolescencia velar por la salud, alimentación, la escuela, el juego... todos los derechos reconocidos y expresados en la "Carta por los Derechos del Niño". Como sabemos, el lugar de los niños es la casa, la escuela, la capilla, el club, el barrio. No la calle para cartonear, el semáforo para limpiar vidrios, no el campo o la ciudad para trabajar.El misterio de la vida es para cuidarle siempre, en cada momento.En la edad juvenil es central fortalecer las posibilidades de educación y trabajo. Muchos adolescentes y jóvenes abandonan la escuela. A veces han repetido algún grado de la escuela primaria y un par de años en la secundaria. Carecen de motivación y ayuda para mantenerse seguros en la decisión de estudiar cuando todo parece más difícil. ¡Cuántos encuentran en alguna capilla propuestas de "apoyo escolar" que los anima a no dejar la escuela!Pero esos esfuerzos no alcanzan. También lo sabemos. Son cientos de miles de adolescentes y jóvenes que no estudian ni trabajan. En esas instancias de vacío, son presa fácil para caer en las garras del alcohol, la droga, la violencia, la pobreza. Hace unos meses un sacerdote dijo acerca de esta situación: "muchos de ellos son abortados antes de cumplir 15 años". Me quedé pensando en lo duro de esa afirmación.Hace a la dignidad de la vida que los jóvenes tengan posibilidad de proyectos de vida "concretables". Cuántos quieren formar una familia y no pueden porque no tienen trabajo estable y les es imposible aspirar a un hogar.La vida digna también se defiende cuando los papás tienen un trabajo que les permite sostener a sus hijos y darles la educación que libremente eligen para ellos. No olvidemos que el trabajo hace a la dignidad de la persona humana.Leía hace un tiempo un artículo que comparaba al hombre que no trabaja con un ave que no vuela. ¿Qué es un pájaro que no levanta vuelo, anclado en la tierra?Cómo no mirar también a nuestros abuelos. Muchas veces sobrellevan angustias económicas por los costos de los remedios, o se afligen al hacerse cargo de los problemas de sus hijos o nietos.Quisiera que miremos juntos de modo especial las dos puntas de la vida. Los niños y los ancianos. En ellos está el futuro. En los niños el futuro cronológico. En los ancianos la memoria y sabiduría desde la cual mirar con esperanza el por - venir.La vida es un regalo de Dios... y Él nunca regala cosas feas. La vida es hermosa. "¡Gracias a Dios!"El lunes pasado celebrábamos el Día de los Abuelos en la fiesta de San Joaquín y Santa Ana. Pronto celebraremos el Día del Niño. Miremos las dos puntas de la vida. * Obispo de Gualeguaychú y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social
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