Las amenazas no son sólo nucleares
El acuerdo alcanzado entre el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China, Rusia y Alemania) e Irán en materia nuclear, que ocupa la escena internacional, sugiere que la humanidad no se ha librado de una guerra devastadora. La era nuclear comenzó durante la Segunda Guerra Mundial. El 6 y el 9 de agosto de 1945 los Estados Unidos arrojaron las primeras bombas atómicas de la historia sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.Fue tal la devastación provocada en suelo japonés, que creció en la conciencia mundial el temor de que una conflagración global supondría una destrucción masiva e instantánea si se usaban esas armas.Luego del final de la Guerra Fría -entre Estados Unidos y la Unión Soviética- el riesgo de una hecatombe nuclear disminuyó notablemente. Sin embargo, la amenaza aún sigue vigente, a juzgar por las repercusiones del pacto alcanzado entre las seis potencias e Irán."La alternativa a la diplomacia es la guerra", dijo el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, al celebrar el acuerdo por el cual Irán renuncia en la práctica a construir una bomba atómica.De esta manera, dijo, se ponen las bases para en el futuro desactivar el mayor foco de conflicto de la región más volátil del mundo, el Medio Oriente.Sin embargo, pese a la importancia de este acuerdo, la guerra atómica no es la única amenaza global.Eso dice un equipo internacional de científicos, matemáticos y filósofos que trabajan en el Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, que viene investigando cuál es el mayor peligro para la supervivencia del Hombre como especie.En el documento "Riesgo existencial como prioridad global", ese equipo lanzó una especie de alerta, señalando que el mayor gran riesgo para la humanidad no proviene de un eventual conflicto bélico, de una crisis de la ecología, de las hambrunas o enfermedades, ni del impacto de algún asteroide, sino del avance tecnológico.El filósofo sueco Nick Bostrom, director del instituto, explicó la tesis de los científicos en diálogo con BBC Mundo. Sostuvo que el hombre ha sabido sobrevivir a muchas cosas, pero por primera vez en su historia ha desarrollado una tecnología que podría volverse en su contra.Experimentos en áreas como biología sintética, nanotecnología e inteligencia artificial se están precipitando hacia el territorio de lo accidental e imprevisto."Este es el primer siglo en la historia del mundo en el que el más grande riesgo viene de la humanidad", dice Bostrom, para quien nos estamos aproximando al umbral tecnológico con mayores consecuencias globales.A los científicos, en concreto, les inquietan las secuelas inesperadas de la manipulación de las fronteras de la biología humana. En los laboratorios, dicen, se están alterando las estructuras genéticas básicas.Siempre existe el peligro de que se dispare una secuencia de eventos no anticipada o de que algo se torne nocivo cuando se transfiera a otros ambientes."Estamos desarrollando cosas que pueden resultar profundamente mal", declara por su lado Sean O'Heigeartaigh, un genetista del instituto y experto en evolución molecular."Ésta no es una ficción distópica: la brecha entre la velocidad del avance tecnológico y nuestro conocimiento de sus implicaciones es real", recalca Bostrom."Estamos al nivel de los niños en términos de responsabilidad moral, pero con la capacidad tecnológica de adultos", diagnostica, señalando que este riesgo existencial "no ha entrado en el radar de la gente".
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios