Las TIC, herramientas a favor de la integración
Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), albergan un inmenso potencial para incluir a las personas con tienen alguna dificultad o impedimento para realizar actividades de la vida cotidiana.Esos dispositivos se inscriben dentro de un período histórico de cambio tecnológico. Nos proporcionan instrumentos y servicios útiles en nuestro hogar, en nuestro lugar de trabajo, en todas partes.En la medida que extienden y amplifican alguna potencia u órgano humano preexistente, se comprende el impacto beneficioso que estos desarrollos tecnológicos pueden tener para aquellas personas que sobrellevan alguna pérdida psicofísica.Pérdida que supone una restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considere normal para un ser humano.Las TIC pueden ser revolucionarias para este grupo de personas, al ofrecer un medio alternativo de interacción con el mundo, permitiéndoles una mejor calidad de vida y una mayor integración social.De hecho, el empleo de estos servicio ya ha significado de por sí un beneficio para ellos. Pensemos, por ejemplo, en aquellos que pese a sufrir alguna deficiencia motora, encuentran en Internet y el celular un medio de conexión sustituto.Sin embargo, los desarrollos tecnológicos y la información digital pueden plantear obstáculos graves e insalvables, cuando en ellos no se aplican los principios de accesibilidad y de diseños para todos.Es decir, así como se habla de brecha digital entre la población, ella también existe para el grupo de personas con discapacidad. La desigualdad imperante en las condiciones de acceso a las TIC, se agrava en el caso de estas últimas, cuando la tecnología las excluye como usuarias.Se suele decir que la tecnología, en ocasiones, tiene una importante desventaja: no habla el idioma de las personas. Esta carencia se hace más evidente cuando se trata de usuarios con discapacidad.Algunas empresas informáticas han comprendido que el software debe pensar como las personas y ajustarse a las necesidades de quien lo está utilizando, y no al revés.Se trata de ayudar a las personas a aprovechar al máximo su potencial y desarrollar su talento a través de herramientas de software fáciles de utilizar, asequibles y accesibles para todas las personas.Bajo este concepto, se desarrollan tecnologías específicas o se adaptan algunos dispositivos, pensando en aquellas personas que presentan algún tipo de limitación física o psíquica.Se cree que la tecnología puede hacer mucho más por ayudar a estas personas. Para lo cual es importante garantizar que ellas, normalmente con una voluntad muy por encima de lo común, pueden acceder a la tecnología sin que suponga un gran desembolso, es decir, en igualdad de condiciones.Históricamente las tecnologías se han convertido en un aliado de las personas con discapacidad. Por ejemplo: gracias al sistema inventado por el francés Louis Braille, a mediados del siglo XIX, las personas no videntes pudieron leer.El 80% de la información que inicialmente obtenemos del entorno, y que necesitamos para nuestra vida cotidiana, implica el órgano de la visiónDesde esta perspectiva, se comprende el papel clave que juega la visión en el desarrolla de la persona.Con Braille nació el sistema de lectura y escritura táctil para personas no videntes, cuya calidad de vida mejoró desde entonces. Ahora la revolución informática abrió un nuevo abanico de posibilidades no sólo para las personas que padecen de ceguera (no ven absolutamente nada) sino para aquellas que tienen alguna deficiencia visual (ven menos de lo normal).
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