Lo primero es lo primero
Muchos fueron los lugares geográficos y afectivos donde se celebró el Día del Niño y muchos los afectos demostrados a través de diferentes regalos y chocolate; demostraciones tan necesarias para que los niños sientan el afecto y el amor que los adultos les tenemos más allá del parentesco.Oscar Ávila*OpiniónCada año vivimos situaciones como esa, pero en algún momento tenemos que encontrar los mecanismos para adentrarnos en una dimensión más profunda del amor por los niños que el de la exigencia de la aplicación de las leyes para su protección y desarrollo.Es la Ley 26061 de Protección de los niños, las niñas y el adolescente la que nos plantea con certeza y coherencia la defensa de sus derechos.Si analizamos la realidad de todos los días podemos observar que generalmente están instalados en el colectivo social derechos a la educación y alimentación. Pero también hay que mirar con mucha atención el de la obligación de los ciudadanos para bregar para que estos se cumplan y se hagan efectivos.Y estamos aquí frente a esa dimensión del amor por los niños que es nuestra obligación de adultos de respetar, exigir su cumplimiento, denunciando todas aquellas acciones que atenten contra el porvenir de los niños, puesto que si no tiene alimentación y educación no tienen porvenir.Cuántas veces hacemos o manejamos prejuicios cuando encontramos un niño en riesgo, obturando o buscando una justificación para dejar la realidad como está sin siquiera atinar a modificarla.Hoy tenemos frente a nosotros un niño reconocido como sujeto de derechos, que debe ser tratado como tal y espera de nosotros los adultos las garantías de su porvenir.Cada día hay que sumar posibilidades para los niños; una parte son los regalos, otra la alimentación, otra la educación, otra la atención necesaria más allá de color, el barrio, situación social o religión.Ellos se merecen garantías y protección para ser educados como ciudadanos autónomos, críticos y en permanente descubrimiento que les permita la plenitud como persona.Todos los días son los Día del Niño, si les enseñamos sus derechos y ayudamos en su divulgación y cumplimiento.Dice Anna Arendt: "La educación es el lugar donde se encuentran dos amores, el amor por el mundo y el amor por los niños".A su juicio, el amor por el Mundo es el que nos hace preparar a la gente que viene a renovar el mundo; el amor a los niños, el que nos hace protegerlos y confiar que son nuestros relevos. * Docente. Secretario General Agmer Gualeguaychú
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios