Los bomberos y la vocación altruista
No reciben paga, pero arriesgan su vida al acudir a los más variados siniestros. Los Bomberos Voluntarios -que hoy celebran su día- encarnan así valores humanitarios y solidarios. ¿Qué lleva a una persona dar parte de su tiempo o a arriesgar su propia vida para salvar a otros? ¿Qué la moviliza a brindar una atención desinteresada al prójimo, aún cuando dicha diligencia atente contra su propio bien?El sentimiento que cuadra con esta conducta es el altruismo, término que proviene del francés antiguo "altrui", que significa "de los otros".Un lema de los bomberos voluntarios expresa este principio del sacrificio personal por el beneficio de otro. "Nada nos obliga, sólo el dolor de los demás", dice.El altruismo aparece como lo apuesto del egoísmo, entendido como el amor inmoderado que un sujeto siente sobre sí mismo, y que lo lleva desentenderse de la suerte de los demás.El deseo de reparar el sufrimiento ajeno -que instaura el principio de que el otro importa-, está en la base del altruismo social que ejercitan los bomberos de todo el país.La historia cuenta que por iniciativa de Tomás Liberti, inmigrante italiano que vivía en el barrio porteño de la Boca, el 2 de junio de 1884 se creó el primer cuerpo de bomberos voluntarios de la Argentina.Esa fecha se toma como referencia para homenajear en todo el país a estas personas que se dedican, entre otras muchas labores, a extinguir incendios, como socorristas anónimos.La Sociedad de Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú nació el 15 de noviembre de 1966. Fue a instancias del Centro de Defensa Comercial, en cuyo seno se armó una comisión promotora.En el acta de fundación del cuerpo se deja constancia de que "una ciudad del potencial económico y humano de Gualeguaychú, no puede seguir siendo presa de las llamas como ha ocurrido en diversas oportunidades sin que se arbitren los medios idóneos para ponerla a salvo de estas calamidades".El escrito aludía a siniestros que habían conmocionado a la ciudad. En efecto, en la década del '60 hubo incendios que arrasaron con algunos locales comerciales importantes.Al principio el equipamiento del cuerpo local de bomberos fue precario. La primera autobomba se incorporó en 1967. Según la historia de la institución, el año 1978 marcó un hito.Ese año un gigantesco incendio destruyó la tradicional tienda "Blanco y Negro", situada en 25 de Mayo y Chacabuco. Fue una prueba dramática que hizo tomar conciencia de la necesidad de tecnificar a los bomberos.En los comienzos, la entidad tuvo el fin primario de sofocar incendios. Pero en su estatuto el concepto es más amplio. Se plantea como objetivos "prestar concurso en cualquier catástrofe o calamidad", y "hacer acto de presencia en cuanta actividad signifique un acto de solidaridad humana".De hecho con el correr de los años, empezaron a surgir problemas asociados a una ciudad y a una zona de influencia más complicada. Una siniestralidad variada que va desde incendio de campos, inundaciones, derrames de sustancias tóxicas, pasando por accidentes de tránsito de magnitud.Por otra parte, es común ver en el verano a las cisternas de Bomberos asistiendo con agua potable a los barrios de la ciudad.Los bomberos -de aquí y otros lados- no tienen el reconocimiento oficial que merecen. En Entre Ríos, por ejemplo, vienen reclamando una cobertura social para ellos y sus familias.No obstante, la comunidad contribuye a sostener su actividad como una manera de retribuir la labor desinteresada de los bomberos voluntarios.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios