Los derechos argentinos sobre las islas Malvinas
Un nuevo aniversario de la gesta de Malvinas no sólo es una ocasión para homenajear a sus héroes -vivos y muertos- sino para reafirmar nuestros derechos sobre las islas irredentas.La Argentina viene reclamando infructuosamente esas islas desde 1833, cuando fueron ocupadas por los británicos. La captura la hace el comandante John James Onslow, al mando de la corbeta Clio.Según el historiador Julio César Acosta, en el interior de las islas un grupo de gauchos argentinos resistió la invasión. Dicho grupo estaba encabezado por el capitán entrerriano Antonio Rivero."En agosto de 1833 ocuparon Puerto Soledad y resistieron hasta enero de 1834. En abril del mismo año los rebeldes fueron capturados y el gaucho Rivero remitido a Londres donde estuvo prisionero por varios años", refiere el historiador.Desde entonces el archipiélago argentino permanece cautivo. El desembarco militar argentino en Malvinas, ocurrido el 2 de abril de 1982, que dio comienzo a lo que se conoció como "Guerra del Atlántico Sur", supuso un control de ese territorio de apenas 74 días.El 14 de junio de 1982 es el día de la rendición de las tropas argentinas. El final de la guerra marco la reapropiación del archipiélago por parte de los ingleses, quienes desde entonces han reforzado su dominio.No obstante lo cual, el país sigue reclamando los derechos sobre Malvinas en base a distintos argumentos. Uno de ellos se asienta en que las islas son una dependencia geográfica de la Patagonia, es decir una parte del continente.Desde el punto de vista histórico, no había discusión de quién era el dueño de Malvinas antes de 1833. Aquí la herencia de España es clave para fundar la pretensión nacional.Desde el punto de vista del derecho internacional, la soberanía española, sobre el archipiélago como sobre cualquier punto de la costa patagónica, comenzó el mismo día del descubrimiento y toma de posesión del río de la Plata.La Argentina, tras su independencia, heredó los derechos de España en virtud de la doctrina del uti possidetis iuris y de la sucesión de Estados, por lo que ejerció dominio eminente a partir de 1810.Al reconocer España la independencia argentina, cedió explícitamente esos derechos con retroactividad al 25 de mayo de ese año, en que se formó el primer gobierno patrio.Cabe recordar que la Madre Patria debió enfrentar reiteradamente la codicia británica sobre estos territorios. Hubo varios intentos de invasión que fueron rechazados por los habitantes del Río de la Plata.La primera se remonta a 1763, cuando el gobernador Don Pedro de Cevallos repelió un ataque inglés en la zona oriental del Río de la Plata (hoy Uruguay). Las otras invasiones tienen que ver con las islas australes.En efecto, la segunda invasión inglesa al territorio fue en 1765, cuando John Byron llega a Malvinas y funda Puerto Egmont. España reacciona y los británicos se deben retirar.Se instala una dotación militar que depende de la gobernación de Buenos Aires. Y algunos historiadores sostienen que de esta acción provienen los derechos argentinos inalienables sobre Malvinas.La tercera invasión se produjo en diciembre de 1769. Los ingleses vuelven a establecerse en Puerto Egmont, pero luego se rinden ante el bloqueo de una fuerza naval enviada por Buenos Aires.La cuarta invasión fue sobre la pequeña Islas de los Estados. En 1788 ingleses y holandeses se asientan en la isla, para la explotación indiscriminada de ballenas y lobos marinos, pero son desalojados en 1791 por el Virrey Loreto.La quinta fue la célebre invasión británica de 1806, la cual fue rechazada por el pueblo de la ciudad de Buenos Aires.
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